
Sigo pensando a partir de a algunas reflexiones o distintas formas de decir más o menos lo mismo (aquí y aquí). La falta -por ahora- de un plan social "integral", digamos, que ponga guita en el bolsillo de los que menos tienen como forma de salir de la crisis pero también de sustentar el resultado electoral del año próximo podría responder a una concepción. No es que Kirchner sea "noventista". No es que los Kirchner crean en "el derrame", como se dice. El proceso económico - político de 2003 a esta parte es muy, pero muy diferente del "derrame". Con aquella teoría se ponía guita en los negocios vinculados al desguace del Estado, en un contexto de hiperdesempleo y de desregulación laboral. Nada que ver con la creación de empleo + blanqueo + convenios colectivos de trabajo de estos años.
En realidad es como si el aprendizaje político del Gobierno hubiera estado más marcado por el 89 que por el 2001. Este Gobierno se mueve bien a nivel del seguimiento y control de lo económico. Es más, Kirchner (Néstor) es una garantía política de no subordinación de lo económico a lo político, de que los grupos económicos o conglomerados financieros tendrán que negociar con el Estado caso por caso, podrán aliarse con él, incluso hacer buenos negocios con él, pero jamás tratar de imponerle políticas. Habrá veces que verán inclusive perjudicadas sus perspectivas si no llegan a determinados acuerdos con el Gobierno.
Es, entonces, como si el esfuerzo político de esta gestión sea por intentar no ser jaqueado por los grupos económicos (no repetir el 89). Esto Menem lo logró entregando todo, Kirchner lo promueve con un esquema muchísimo más interesante para los sectores populares.
Ahora, pareciera que lo que ocurre a nivel de los barrios, de la subsistencia de las familias pobres e indigentes, de las formas de organización de los sectores populares, de la paz social a ese nivel, incluso de el comportamiento electoral de esa franja, se lo diera por garantizado. Como si no se temiera para nada desbordes al estilo 2001, ni siquiera defecciones en cuanto al voto. Como si se creyera que el esquema político actual garantizara esos apoyos.
Estos son los temas en los que pienso en estos días, al finalizar un gran año en lo personal, en todo sentido. Creo también que fue un buen año para el país. Esperemos que sean apenas unas consideraciones demasiado exageradas, para un 2009 que aparece con final abierto.