José Luis Machinea puede ser cualquier cosa, pero como señala el conocido latinismo "no es ningún boludo".
El domingo publicó
esta nota de opinión. Sin estridencias, nos dice que la inflación se puede bajar sin recesión. Señala que para eso se necesitan dos cosas.
1) Estadísticas confiables (Aquí yo abriría un paréntesis. Si tengo como objetivo reducir la inflación "a la mitad", tengo que reducirla a la mitad de lo que da el índice, dé lo que dé el índice). Sigo.
2) Un acuerdo de cuánto van a ganar los empresarios y cuál va a ser el salario de los trabajadores. Y al mismo tiempo que eso menor crecimiento de la
oferta monetaria y del gasto público.
Nótese que no hablamos de reducciones, ni recortes, sino menores ritmos de crecimiento en cada caso.
Ahora bien, nos dice Machinea que todo esto hay que hacerlo en forma coordinada porque si no, va mal la cosa.
Así:
a) Si se reduce la oferta monetaria, sin un acuerdo de precios y salarios, es un ajuste ortodoxo. Así la política se te parece a la de 1959, de Alvaro Alsogaray durante el gobierno de Arturo Frondizi.
b) Si hay un acuerdo de precios y salarios, pero no se reduce el ritmo de crecimiento del gasto público y la oferta monetaria, se acelera la inflación y cae el salario real. Dice que en ese caso, la política se parecería a la de José Ber Gelbard en 1973-74, durante el tercer período peronista.
c) Si se logra un acuerdo de precios y salarios, con una reducción del ritmo de aumento de oferta monetaria y del gasto público todo al mismo tiempo, la política se puede parecer a la que implementó el señor de la foto, Alfredo Gómez Morales, quien fue ministro de Finanzas de Juan Domingo Perón entre 1949 y 1952. Y que, nos dice Machinea, en 1953-1954 derivó en una reducción de la inflación del 35 al 5 % "con un aumento del salario real durante esos años".
Claro que un año después terminó el gobierno de Perón en forma abrupta.¿Machinea nos lo dice de onda o se trae algo entre manos?
Yo no lo sé.