viernes, noviembre 12, 2010

Paramos la moto por unos días, pero medimos, eh



Dejo otro artículo que posteé en el sitio Future Challenges, una iniciativa de la Fundación Bertelsmann para discutir las mega tendencias que cruzan este mundo globalizado.
Se trata, por supuesto, de otro de esos lugares hasta donde llegan los oscuros mails al Conu diciendo yoquieromilitar, donde se extienden los terribles tentáculos de La Cámpora y por qué no también, del sabbatelismo más feroz (?).

Volveremos. Espero que Prince también vuelva alguna vez, claro.

jueves, noviembre 11, 2010

No quieren medir

Escuché recién a una diputada decir "no me ofrecieron plata ni nada, pero...". Mamma mía, la oposición detrás del "liderazgo político" del monobloque Valores para mi país (sic).
¿Si salen gobirno en 2011 van a querer aprobar un presupuesto o vamos a seguir prorrogando para siempre el de 2010? Digo nomás.

miércoles, noviembre 10, 2010

Diálogo, consenso y #esta en Gran Bretaña ¿mide la República (conservadora)?



Un centenar de manifestantes entró por la fuerza este miércoles en la sede del gobernante Partido Conservador en Londres, durante una protesta sin precedentes contra la subida anunciada de las matrículas universitarias, que congregó a decenas de miles de personas.

Más en inglés acá.

lunes, noviembre 08, 2010

¿Nos quieren dejar sin medir?


El tocado pero no hundido Obama fue a la India y dejó de lado las parábolas. Propuso que el país asiático acceda a un asiento permanente en el Consejo de Seguridad.
¿Y Brasil? ¿Leí por ahí (ya el año pasado) que le quieren dar el Banco Mundial por primera vez a un no norteamericano, a Lula? ¿Son sólo caramelitos para Brasil?
Se mueve el bote de la UNASUR. Que no decaiga.

Foto.

viernes, noviembre 05, 2010

Néstor, teléfono: medís

"Cuando fue la negociación con el FMI fue impresionante. Lo llamaban en nombre de Anne O. Krueger y él decía “decile que no estoy”. Así diez veces, hasta que un día atiendo el teléfono y era la mismísima Anne Krueger que quería hablar con Kirchner. Entonces, yo entré al despacho, y con una cara pálida de nervios le dije “Doctor, Anne Krueger al teléfono”. Él me miró como diciendo qué me importa. Entonces le dije que era como la décima vez que llamaba y por el tono de voz no está nada contenta. “Decile que no estoy, a mí el único que me puede apretar es el pueblo”, me dijo sin que se le mueva un pestaña y con una frialdad impresionante. Lo hacía todo con tanta convicción que para él era natural, no lo asustaba nada".

No se mide en la sección "gremiales" del gran diario