En las tesis de nuestro amigo Tomás sobre el macrismo se sostiene que "la primera regla del macrismo es que el macrismo no existe" y la segunda es que "no debes hablar del macrismo".
Hay otro punto más. Para el macrismo, la Ciudad de Buenos Aires no existe. Literalmente. Lo único que existe son ellos. La Ciudad de Buenos Aires, no. La Ciudad de Buenos Aires, con su gente, con su trayectoria, aquello que la llevó a ser lo que es (ni siquiera quiero decir "con su Historia"), no.
Aquí vemos una entrevista en video, generada por el equipo de prensa "virtual" del macrismo, al ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro. La entrevista empieza con una pregunta. "¿El Taser, es una picana?". Este es un primer elemento que me llamó la atención. Si yo soy del equipo de prensa de un gobierno, además soy militante de ese partido, como es el caso, y tengo que ir a preguntarle a mi ministro de Justicia y Seguridad si es que ha comprado picanas, hay algo que está mal.
El ministro, a su vez, no dice que eso es inadmisible. Prefiere explicarnos aquí que hay una diferencia de "amperaje" y que el famoso Taser "no tiene función de picana, que va generando una sensación de dolor". Ajá.
Luego nos habla de cuáles son las armas que maneja una fuerza de seguridad "el machete, la tonfa", etc. y nos dice que "una cuchara también puede ser un elemento de tortura" (sic).
Yo creo que el progresismo en general tiene un problema con la cuestión de la seguriad, habla poco y mal del tema y que le esquiva el culo a la jeringa al respecto. Todo bien. Péguenme, soy Giordano.
Pero resulta que esta gente trae a la Ciudad de Buenos Aires, donde hubo miles de torturados en forma sistemática con picana, donde hay gente que camina por sus calles que ha sido vejada de esa forma, donde viven sus hijos, sus nietos, unos aparatitos que se usan para descargar electricidad sobre las personas.
Y cuando se les dice algo, te miran como diciendo "¿este de qué me está hablando, si la pistolita se usa en Toronto y Bruselas?".
En la ciudad de Buenos Aires no puede haber Tasers, así como el gobierno de la Ciudad de Berlín no amasija a las mascotas sin dueño en cámaras de gas, por más que sea el método más barato y copado de deshacerse de un perrito.
No es que el progresismo es retrógrado en esto. Es que el macrismo postula la inexistencia de la Ciudad como tal.
Hay otro punto más. Para el macrismo, la Ciudad de Buenos Aires no existe. Literalmente. Lo único que existe son ellos. La Ciudad de Buenos Aires, no. La Ciudad de Buenos Aires, con su gente, con su trayectoria, aquello que la llevó a ser lo que es (ni siquiera quiero decir "con su Historia"), no.
Aquí vemos una entrevista en video, generada por el equipo de prensa "virtual" del macrismo, al ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro. La entrevista empieza con una pregunta. "¿El Taser, es una picana?". Este es un primer elemento que me llamó la atención. Si yo soy del equipo de prensa de un gobierno, además soy militante de ese partido, como es el caso, y tengo que ir a preguntarle a mi ministro de Justicia y Seguridad si es que ha comprado picanas, hay algo que está mal.
El ministro, a su vez, no dice que eso es inadmisible. Prefiere explicarnos aquí que hay una diferencia de "amperaje" y que el famoso Taser "no tiene función de picana, que va generando una sensación de dolor". Ajá.
Luego nos habla de cuáles son las armas que maneja una fuerza de seguridad "el machete, la tonfa", etc. y nos dice que "una cuchara también puede ser un elemento de tortura" (sic).
Yo creo que el progresismo en general tiene un problema con la cuestión de la seguriad, habla poco y mal del tema y que le esquiva el culo a la jeringa al respecto. Todo bien. Péguenme, soy Giordano.
Pero resulta que esta gente trae a la Ciudad de Buenos Aires, donde hubo miles de torturados en forma sistemática con picana, donde hay gente que camina por sus calles que ha sido vejada de esa forma, donde viven sus hijos, sus nietos, unos aparatitos que se usan para descargar electricidad sobre las personas.
Y cuando se les dice algo, te miran como diciendo "¿este de qué me está hablando, si la pistolita se usa en Toronto y Bruselas?".
En la ciudad de Buenos Aires no puede haber Tasers, así como el gobierno de la Ciudad de Berlín no amasija a las mascotas sin dueño en cámaras de gas, por más que sea el método más barato y copado de deshacerse de un perrito.
No es que el progresismo es retrógrado en esto. Es que el macrismo postula la inexistencia de la Ciudad como tal.