Leyendo este post se me arremolinaron algunos ideas sobre el progresismo (Mendieta, verá usted que pocas son propias, por cierto). Cierra el autor:
Al respecto, en un esclarecido comentario, Manolo señala:
"En los últimos 4 años los transversales, y ahora los pluralistas, en cuanto llegan a la banca, arman rancho aparte. Viven sacándole el culo a la jeringa, en nombre de la libertad de conciencia. Obligan a recurrir a los 'impresentables', que siempre están, y terminan siendo más “baratos” que los esclarecidos durante las crisis".
Por ahora, percibo que esta discusión, de este lado del mostrador se ve bastante triste. El "progresismo", a esta altura, corre el riesgo de dedicarse a ser mero comentador de lo que ocurre. Armando nefastos sub-sub-bloques y dedicándose a ser la oposición de la oposición de la oposición en algunos distritos.
Y digo, por ejemplo, ante la posibilidad de que el Gobierno avance en un impuesto a la renta financiera... ¿los que estamos afuera, estamos afuera por alguna cuestión de fondo, por un tema ideológico, por una discrepancia central con el oficialismo o simplemente porque no nos daría el cuero para ganar una interna? ¿O porque estar afuera permite quedarse con algunas bancas que sobran, algunos cargos libres? ¿O porque es más fácil y cómodo ocupar el nicho de los "buenos sin vocación de poder"? ¿O porque, alla Lilita, casi siempre tenemos algún pobre tipo Toti Flores a mano, pero no llegamos políticamente a la gente de los barrios a la que deberíamos llegar?
Pensémoslo y digamos cómo es. Pero por favor, en 2008, dejemos de lado las parábolas.
"Qué hubiera pasado de no haber habido apoyo del aparato bonaerense es un contrafáctico que en tanto tal no tiene respuesta si bien la historia reciente, al menos desde el regreso de la democracia, parece darnos algunas pistas. En todo caso, lo que resta saber es si Kirchner intentará liderar el partido a partir de la simple obediencia que genera quien detenta el poder en un partido cuya característica central es el verticalismo o si por el contrario, aún a riesgo de profundizar las divisiones en el partido, intentará darle ese tinte ideológico que caracterizó a la búsqueda de transversalidad y que puede cooptar a parte del movimiento. De darse esto último, ideología y gobernabilidad pragmática quizás puedan acercarse bastante más".
Mi posición: Esta es una duda irrelevante que solo nos importa a los que vemos de afuera. Viene a ser como pensar que lo importante es saber si el Boca de Ischia jugará con tres o con cuatro en el fondo, cuando lo que a Boca le importa es algo bastante más simple y claro: ganar.
Mi posición: Esta es una duda irrelevante que solo nos importa a los que vemos de afuera. Viene a ser como pensar que lo importante es saber si el Boca de Ischia jugará con tres o con cuatro en el fondo, cuando lo que a Boca le importa es algo bastante más simple y claro: ganar.
Al respecto, en un esclarecido comentario, Manolo señala:
"En los últimos 4 años los transversales, y ahora los pluralistas, en cuanto llegan a la banca, arman rancho aparte. Viven sacándole el culo a la jeringa, en nombre de la libertad de conciencia. Obligan a recurrir a los 'impresentables', que siempre están, y terminan siendo más “baratos” que los esclarecidos durante las crisis".
Por ahora, percibo que esta discusión, de este lado del mostrador se ve bastante triste. El "progresismo", a esta altura, corre el riesgo de dedicarse a ser mero comentador de lo que ocurre. Armando nefastos sub-sub-bloques y dedicándose a ser la oposición de la oposición de la oposición en algunos distritos.
Y digo, por ejemplo, ante la posibilidad de que el Gobierno avance en un impuesto a la renta financiera... ¿los que estamos afuera, estamos afuera por alguna cuestión de fondo, por un tema ideológico, por una discrepancia central con el oficialismo o simplemente porque no nos daría el cuero para ganar una interna? ¿O porque estar afuera permite quedarse con algunas bancas que sobran, algunos cargos libres? ¿O porque es más fácil y cómodo ocupar el nicho de los "buenos sin vocación de poder"? ¿O porque, alla Lilita, casi siempre tenemos algún pobre tipo Toti Flores a mano, pero no llegamos políticamente a la gente de los barrios a la que deberíamos llegar?
Pensémoslo y digamos cómo es. Pero por favor, en 2008, dejemos de lado las parábolas.