La caja, quedar en la Historia o de cómo medir

Por cuestiones que espero contar en un post en estos próximos días empecé, hace unos meses, a comprar la revista El Amante. Resulta que en el último número hay una entrevista al ex director del Instituto Nacional de Cinematografía (INC) Manuel Antín.
Yo no sé mucho de política cultural ni de cine, pero el tipo relata un par de cosas de su paso al frente de esa institución durante el gobierno de Alfonsín que me resultaron intersantes.

Antín cuenta que cuando va a asumir, el ex presidente le dice: "No se preocupe, Manuel. Tengo una cajita con 300 millones de dólares para el Instituto". Vaya frase.
Pero lo mejor es otra cosa que cuenta, en la que relata otra reunión con Alfonsín y Grinspun para ver cómo realmente llevan adelante la política del Instituto, en la que Antín pide "un fax y un millón y medio de pesos". Alfonsín da el OK, Antín cruza con Grinspun Hipólito Yrigoyen hasta Economía y ahí adentro el millón se había reducido a 75 mil.

Antín vuelve a ver a Alfonsín, le cuenta la situación y ahí nomás el líder radical levanta el teléfono y dice: "Bernardo, si no pasamos a la Historia por la cultura, ¿me querés decir por qué carajo vamos a pasar?". Apareció el palito.
En política hay cajas, cajitas, cajones. Muchas veces no tienen nada de malo en sí. Aunque tampoco les voy a pedir que piensen en esto los que nada decían de la cadena de la felicidad del menemismo y que ahora critican todo yéndose al pasto con comparaciones imperdonables.

Y la otra cuestión es: un gobernante siempre tiene que tener algún Norte que le indique por qué va a pasar a la Historia. Yo creo que el kirchnerismo lo ha tenido, pero debe hacer permanentes esfuerzos para no olvidarlo.
(Al margen, y para no hacer otro post, que me da fiaca: editorial de Morales Solá de ayer: "droga" y "juego" en el título. Pagni de hoy, "gulag". ¿Mañana qué? ¿"Putas y merca"? ¿El martes qué van a decir? ¿"Debutó con un pibe"?).

Foto de Pancu via Flickr.