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miércoles, septiembre 09, 2009

Medio que mide el General ¿no?


(Click en las imágenes para ampliar).

Reproducimos a continuación palabras de Juan Domingo Perón publicadas en el diario CGT (Periódico de la Confederación General del Trabajo de la República Argentina) del 26 de junio de 1953. El ejemplar está expuesto en la Sala de Conferencias de la CGT y la fotografía fue tomada por un buen amigo de este blog, a quien agradecemos. Se trata de un fragmento de un discurso pronunciado en el acto inaugural de la Escuela de Periodismo, creada por el Sindicato Argentino de Prensa.

"Las empresas comerciales de publicidad y periodísticas nacen de una circunstancia similar. Cando los avisadores se dan cuenta de que les cuesta mucho la publicidad, se deciden a formar sus propias compañías para hacer su propia publicidad, extendiendo los avisos a los editoriales, a las noticias y a todo lo que peuda favorecer a la venta de su propia mercadería y, entonces, esas inmensas compañías pasan a ser un instrumento más de esos fines.
De este naufragio de las empresas periodísticas solamente se salvan algunos diarios o algunas cadenas de diarios que, plegadas al movimiento general de la acción publicitaria, sirven para dos cosas: o para defender intereses políticos de personas o de grupos de personas o sirven como ganzúa o como pistola 45 de otros menesteres del periodismo actual.
De todo esto le echamos la culpa a los periodistas, cuando ellos son invitados de piedra en esta clase de fenómenos publicitarios y periodísticos.
Es así que la función periodística en el mundo se subalterniza a tal extremo que se pone a esta noble profesión de hacer justicia y de decir la verdad al servicio de intereses bastardos que la deforman y la denigran".

miércoles, julio 15, 2009

Un momento para medir


Hay un discurso famoso que siempre me llamó la atención. Es el discurso de Perón en la Bolsa de Comercio, del 25 de agosto de 1944. Es interesante porque es un discurso que, por lo que veo, armó gran despelote ya en su momento (Perón se tuvo que reunir con sindicatos para explicar el discurso y decirles que si querían lo publicaba y les daba una copia de la versión taquigráfica). Y además generó polémicas en las décadas posteriores. Pero por las razones equivocadas.
Se toman partes del discurso para señalar que Perón no es más que un fascista manipulador de las masas, "gerente" de los patrones y embaucador de obreros. Es gracioso, porque yo lo leo y lo leo y me parecen dos cosas:
  • El discurso es revolucionario (en un sentido de "izquierdas" si se quiere).
  • Delinea, escenifica en media hora seis décadas de tragedia argentina. Me hubiera gustado estar presente en aquel lugar en ese momento. Escuchar el tono de voz de Perón -se perciben los chistes, las chicanas, los guiños-, ver los rostros de los interlocutores, algunos de los los hombres más poderosos del país, por entonces.
Me parece que es imposible comprender la Argentina (de hoy, incluso) sin entender este discurso. Es un discurso en el que Perón hace una demostración de poder enorme y todavía sin tenerlo del todo, más bien "de guapo": plantea la Argentina que quiere para el futuro y trata de "venderla", pero deja en claro cuál es la fuerza que tiene detrás y que está dispuesto a usarla. El discurso, sobre todo, contiene algunas frases espectaculares.
Perón se para ahí en la Bolsa de Comercio frente a los tipos que cortan el bacalao en la Argentina para "exponer algunos asuntos que conciernen en forma directa a la Secretaría de Trabajo y Previsión".
"Mis palabras, si no están calificadas por grandes conocimientos, lo están, en cambio, por una absoluta sinceridad y un patriotismo totalmente desinteresado. Quiere decir que no cabe mala comprensión alguna de todo cuanto voy a decir". Humildemente, no vengo de cuna de oro, soy apenas un coronel, pero me la banco.
"(...) muchos, posiblemente equivocados sobre todo cuanto yo he dicho en el orden social, se han permitido calificarme de distintas maneras". Muchos de ustedes, parece decir. "Yo he interpretado cada una de estas calificaciones, las he sobrepesado y he llegado a esta conclusión: de un lado, me han dicho que soy nazi; de otro lado, han sostenido que soy comunista: todo lo que me da la verdadera certidumbre de que estoy colocado en el perfecto equilibrio que busco en la acción que desarrollo en la Secretaría de Trabajo y Previsión". Maravilloso. Perón 100%.
Y ahí vienen las definiciones. Perón trata de venderle a los hombres de negocios la necesidad de hacer una reforma social. De armar la sociedad del reparto 50% para el trabajo y 50 % para el capital. Si se quiere, 30 % para el trabajo, 30 % para el capital, 30 % para el Estado. Lo hace agitando el fantasma de una revolución violenta que se lleve todo puesto. Eso desde lo más o menos explícito.
Pero tiro otra hipótesis: lo que hace Perón es proponer un formato de cómo "pegar el salto" que realizan los países que pasan de la producción primaria a la producción industrial. Un formato que a él le parece adecuado, estable políticamente e indicado para la Argentina. Y que, de paso, puede dejarlo depositado en la cúspide del poder. Pero hay algo más. Perón comete en este discurso la mayor herejía escuchada en un país subdesarrollado no comunista, digamos. Invita a los empresarios a pegar ese salto, sí, pero da a entender que está dispuesto a movilizar a los trabajadores, si es necesario, para tratar de, si es necesario, disciplinar de esa forma al capital de modo que quiera pegar el salto con él. El hecho maldito del país burgués, no sé si me explico.
Y entonces va hilvanando:
"Pienso que el problema social se resuelve de una sola manera: obrando conscientemente para buscar una armonización perfecta de fuerzas, de modo que la riqueza no se vea perjudicada, y propendiendo siempre, por todos los medios, a crear un bienestar social, sin el cual la fortuna es un verdadero fenómeno de espejismo que puede desvanecerse de un momento a otro. Una riqueza sin estabilidad social puede ser poderosa, pero será siempre frágil y ése es el peligro que, viéndolo, trata de evitar por todos los medios la Secretaría de Trabajo y Previsión".
(...)
"Esas masas inorgánicas, abandonadas, sin una cultura general, sin una cultura política, constituían un buen medio de cultivo para tales agitadores profesionales extranjeros. Para hacer desaparecer de la masa ese grave peligro, no existen más que tres caminos o tres soluciones: primero, engañar a las masas con promesas o con la esperanza de leyes que vendrán, pero que nunca llegan; segundo, someterlas por la fuerza; pero estas dos soluciones, señores, llevan a posponer los problemas, jamás a resolverlos.
Hay una sola forma de resolver el problema de la agitación de las masas, la tercera solución, y ella es la verdadera justicia social en la medida de todo aquello que sea posible según la riqueza de un país y su propia economía, ya que el bienestar de las clases dirigentes y de las clases obreras está siempre en razón directa de la economía nacional".
(Para la Argentina, revolucionario)
Hay un momento en el que Perón discurre sobre cómo puede venir el conflicto social y dice una frase inquietante, impresionante:
"Si la lucha es tranquila, los medios serán tranquilos; si la lucha es violenta, los medios de supresión serán también violentos. El Estado no tiene nada que temer cuando posee los instrumentos necesarios para terminar con esta clase de agitación artificial". Y hay otra parte fuerte también "nosotros somos hombres profesionales de la lucha, somos hombres educados para luchar, y pueden tener ustedes la seguridad más absoluta de que si somos provocados a esa lucha, iremos a ella con la decisión de no perder".
Produce escalofríos la frase, viniendo de un militar, conociendo la historia posterior de la Argentina. Pero ahí, Perón agrega el pico máximo del discurso:
"Pero, señores, es necesario persuadirse de que, desde ya, debemos ir encarando la solución de este problema de una manera segura. Para ello son necesarios un seguro y un reaseguro. Si no, estaremos siempre expuestos a fracasar. Este remedio es suprimir las causas de la agitación: la injusticia social. Es necesario dar a los obreros lo que éstos merecen por su trabajo y lo que necesitan para vivir dignamente, a lo que ningún hombre de buenos sentimientos puede oponerse. Se trata más de un problema humano y cristiano que de un problema legal. Es necesario saber dar un treinta por ciento que perder todo después". (¿Cómo era lo de "cada uno según...").
Bien, el discurso sigue y ahí viene otra parte memorable. Después de trar todo ese paquete por la cabeza, Perón señala, atenti:
"Con ese espíritu, señores, he venido hasta aquí. Como secretario de Trabajo y Previsión he querido proponer a los señores que representan a las asociaciones más caracterizadas de las fuerzas vivas dos cuestiones. El Estado está realizando una obra social que será cada día más intensa; eso le ha ganado la voluntad de la clase obrera, con una intensidad que muchos de los señores quizá desconozcan, pero yo, que viajo permanentemente y que hablo continuamente con los obreros, estoy en condicinoes de afirmar que es de una absoluta solidaridad con todo cuanto realizamos (!!). Pero lo que sigue primando en las clases trabajadoras es un odio bastante marcado a sus patrones (!!!!!). (...) Existe un encono muy grande; no sé si será justificado o si simplemente será provocado, pero el hecho es qeu existe. Contra esto no hay más que una sola manera de proceder: si el Estado es el que realiza la obra social, él es quien se gana la volutnad de los trabajadores; pero si los propios patrones realizan su obra social, serán ellos quienes se ganen el cariño, el respeto y la consideración de sus propios trabajadores".
Esto es lo central. Es clarísimo. Podemos encarar este proyecto todos juntos. Yo me hice de estos amigos que, da la casualidad, son peligrosísimos. Yo estoy en condiciones de reprimirlos, si quisiera. Pero decidí hacerme amigo de ellos. Y da la casualidad de que a ustedes, los odian. No sé bien por qué, pero los odian. ¿Damos el salto juntos? (De más está decir, cuál fue la respuesta de los hombres de negocios).
Delicias del Diálogo Social. Bienvenidos a la Argentina.

Autor de la foto en Flickr.

miércoles, marzo 11, 2009

60 años. Amén. Para medir



"La propiedad privada tiene una función social y, en consecuencia, estará sometida a las obligaciones que establezca la ley con fines de bien común".

"El derecho de los trabajadores al bienestar, cuya expresión mínima se concreta en la posibilidad de disponer de vivienda, indumentaria y alimentación adecuadas, de satisfacer sin angustias sus necesidades y las de su familia en forma que les permita trabajar con satisfacción, descansar libres de preocupaciones y gozar mesuradamente de expansiones espirituales y materiales, impone la necesidad social de elevar el nivel de vida y de trabajo con los recursos directos e indirectos que permita el desenvolvimiento económico".

"El capital debe estar al servicio de la economía nacional y tener como principal objeto el bienestar social. Sus diversas formas de explotación no pueden contrariar los fines de beneficio común del pueblo argentino".


Hace 60 años se sancionaba una Constitución Nacional. Y Popular.
Si la leés, te das cuenta de que todos los que vinieron después y lucharon, lucharon por lo que dice ahí. Y los que escribimos boludeces de vez en cuando, también.

sábado, septiembre 01, 2007

Un alegrón para medir


Y luego de preguntarme "¿a ver qué dicen los lectores de La Nación en los comments de las notas?", me encuentro con esta alegría. Grandes éxitos. Para recitar este fin de semana.

'Esto decía el lider admirado por los que quieren seguir gobernándonos:
"El día que se lancen a colgar, yo estaré del lado de los que cuelgan". (2-8-46)
"Entregaré unos metros de piola a cada descamisado y veremos quién cuelga a quién". (13-8-46)

"A mí me van a matar peleando". (13-8-46)

"Con un fusil o con un cuchillo, a matar al que se encuentre". (24-6-47).
"Esa paz tengo que imponerla yo por la fuerza". (23-8-47).
"Levantaremos horcas en todo el país para colgar a los opositores". (8-9-47).

"Vamos a salir a la calle de una sola vez para que no vuelvan nunca más ni los hijos de ellos". (8-6-51).

"Distribuiremos alambre de enfardar para colgar a nuestros enemigos". (31-8-51).

"Para el caso de un atentado al presidente de la Nación... hay que contestar con miles de atentados". (Plan Político Año 1952).

"Objetivo: Lista de dirigentes opositores; lista de instituciones reconocidas como desafectas al gobierno; lista de opositores o de casas comerciales dirigidas o ligadas a los opositores; lista de representaciones cuyos gobiernos realizan campañas opositoras al nuestro. Personal: Serán empleados grupos previamente instruidos y seleccionados de las organizaciones dependientes de la CGT y del Partido Peronista Masculino. Misión: Atentados personales; voladuras; incendios". (En el mismo documento).

"Se lo deja cesante y se lo exonera... por la simple causa de ser un hombre que no comparte las ideas del gobierno; eso es suficiente" (3ª. Conferencia de Gobernadores, pág. 177).
"Vamos a tener que volver a la época de andar con alambre de fardo en el bolsillo". (16-4-53, horas antes del incendio de la Casa del Pueblo, la Casa Radical, la sede del Partido Demócrata Nacional y el Jockey Club).
"Leña... leña... Eso de la leña que ustedes aconsejan, ¿por qué no empiezan ustedes a darla?" (El mismo día).
"Hay que buscar a esos agentes y donde se encuentren colgarlos de un árbol". (El mismo día).
"Compañeros: cuando haya que quemar, voy a salir yo a la cabeza de ustedes a quemar. Pero entonces, si eso fuera necesario, la historia recordaría la más grande hoguera que haya encendido la humanidad hasta nuestros días. Los que creen que nos cansaremos se equivocan. Nosotros tenemos cuerda para 100 años". (7-5-53).

"A unos se los conduce con la persuasión y el ejemplo; a otros con la policía". (15-5-53).

"Aquel que en cualquier lugar intente alterar el orden contra las autoridades... puede ser muerto por cualquier argentino. Esta conducta que ha de seguir todo peronista no solamente va dirigida contra los que ejecutan, sino también contra los que conspiren o inciten". (31-8-55).

"Y cuando uno de los nuestros caiga, caerán cinco de ellos". (31-8-55).
"Que sepan que esta lucha que iniciamos no ha de terminar hasta que no los hayamos aniquilado y aplastado". (31-8-55).

"Nuestra nación necesita paz y tranquilidad... y eso lo hemos de conseguir persuadiendo, y si no a palos". (31-8-55)
"Veremos si con esta demostración nuestros adversarios y nuestros enemigos comprenden. Si no lo hacen, ¡pobres de ellos!. (31-8-55).
"Yo pido al pueblo que sea él también un custodio del orden. Si cree que lo puede hacer, que tome las medidas más violentas contra los alteradores del orden". (31-8-55).
"¡Al enemigo, ni justicia!". (Memorando reservado "para el doctor Subiza". De su puño y letra, con triple subrayado). (Esta misma frase la vuelve a repetir desde el exterior en junio de 1972, y se difundió por televisión a todo el país los días 21 y 22-6-72).

"¡Ah... si yo hubiese previsto lo que iba a pasar... entonces sí: hubiera fusilado al medio millón, o a un millón, si era necesario. Tal vez ahora eso se produzca". (9-5-70).
"Si yo tuviera 50 años menos, no sería incomprensible que anduviera ahora, colocando bombas o tomando la justicia por mi propia mano". (30-12-72).
"Los militares son todos unas bestias". (5-2-73)'.
Fuente de la foto, aquí.

sábado, junio 23, 2007

Junio de hace 34 años ¿mide?

Mañana va a ganar Macri en Capital.
En junio de 1973, en otro país...
(...) "Gelbard estampó la firma en diecisiete proyectos de ley elaborados por Economía, que el 12 de junio fueron remitidos al Congreso. En los fundamentos se decía: 'Estas leyes favorecerán una nueva distribución del ingreso nacional y un desarrollo económico no sujeto a la dependencia externa'. Y se aclaraba, por las dudas: 'El Estado no vacilará en utilizar todo su poder para llevar adelante el plan económico'. Los proyectos fueron resumidos así: en el sector público se propiciaba la creación de una corporación de empresas estatales, un gran holding desde donde se pudiera planificar la actividad empresarial del Estado. En materia tributaria, el objetivo era apretar el bolsillo de los terratenientes con el impuesto a la renta normal potencial de la tierra combinano con uno de conservación de suelos. Para evitar la evasión impositiva, Economía pedía aumentar hasta nueve años la pena de prisión para los evasores. En el comercio exterior, se preveía repetir, 'aggionrada', la experiencia peronista del 50 de formar dos monopolios exportadores de carnes y granos e instrumentar una drástica reducción de importaciones suntuarias, abrir la economía en esta área pra mejorar la balanza comercial deficitaria. En cuanto a la promoción industrial, el equipo económico proponía derogar todos los regímenes existentes y reemplazarlos por otro que priorizara las necesidades regionales. El punto más delicado - por la pulseada con los EEUU- era el referido a la Ley de Inversiones Extranjeras: el proyecto obligabaa que las nuevas radicaciones tuvieran un mínimo del 51% de capital nacional, forzando de hecho asociaciones mixtas de sectores privados y el Estado. Respecto de las inversiones existenets, disponía que se fijaran plazos para su paulatina nacionalización. Había, además, un proyecto importante -que no estaba en este paquete pero sí en los proyectos impulsados por Cámpora- por el que Gelbard bregaba desde hacía años y que, de alguna manera, lo protegería: empujaba la sanción de una ley de lobby, la creación de un registro de agentes de intereses extranjeros a quienes no se les permiría ser funcionarios estatales".
Si Ud, lector, está en contra de estas medidas, piénselo, porque todo esto quedó en el pasado por obra y gracia de la dictadura militar más sangrienta del país (¿estaré siendo muy duro?).
Otra: los Montoneros estaban en contra de todo esto porque, como se notará, tampoco es la "patria socialista" exactamente. ¿La dictadura entonces por qué fue?
Fuente: Seoane. M (1998), El burgués maldito, Editorial Sudamericana: Buenos Aires.
Lectura obligatoria.

miércoles, mayo 02, 2007

¡El Pochito mide como Lilita!

Ayer dieron por Canal 7 la película de Octavio Getino y Pino Solanas "Perón: Actualización política y doctrinaria para la toma del poder".
Ahí se lo puede ver al Perón de 1971 en Puerta de Hierro explayándose prácticamente sin preguntas sobre su gobierno y un par de cosas más. Me llamó la atención que el General guiñaba el ojo para el costado cuando decía alguna picardía, como suele hacer Lilita en "A dos voces".
Es interesante ver también cómo citaba cifras a lo loco de memoria, cifras y situaciones que nadie se animaba muy bien a refutar (por ejemplo, afirma que se nacionalizaron empresas 'sin plata', lo cual no fue tan así).
"¿Los enemigos del pueblo?", dice Perón en un momento. "En todos lados es lo mismo, en todos los países que han hecho revoluciones: los enemigos del pueblo son la oligarquía y el imperialismo". Ahí no hizo ningún guiño.

viernes, marzo 23, 2007

Kirchner peronista de Perón ¿mide?


Dice El Cronista de hoy que las multinacionales ganaron en 2006 70% más que con la convertibilidad. Obtuvieron utilidades y dividendos el año pasado por 5.437 mikllones de dólares. La cifra es 70% superior a los niveles de 1998. De hecho es récord desde que existe este dato, a partir de 1992.
Recuerdo muy bien el paper de Eduardo Basualdo que demuestra que la fracción del capital que más porción se llevaba durante el peronismo era el capital extranjero. Claro que la burguesía nacional aumentaba también su proporción, pero por debajo. Perdía en términos netos el agro y ganaba -en menor proporción que la burguesía nacional, la llamada "oligarquía diversificada" (Born, Bemberg, etcl) ¿Kirchner es más peronista que Perón entonces?

martes, marzo 13, 2007

La política, la paciencia, medir y "poquitos"

Leemos en la tapa de Ambito Financiero algo que ya sabíamos. Que Julio De Vido convocó a Roberto Dromi para que lo asesore en algunos temas de su ministerio. Se trata de contradicciones fuertes del Gobierno, como las que abundan en este blog, por otra parte.
Por ejemplo, cuando en este blog se cuestionó a
Cristina Kirchner por su posición sobre Chávez obviamos otra contradicción más. Que el sector del Gobierno que más promueve la alianza con Chávez es el que menos nos gusta: el que lidera De Vido. Un lúcido comentador me hizo notar que no existen las diferencias entre Kirchner y Cristina, que son sólo virtuales. Y está quien dice que Kirchner es De Vido y viceversa. También está quien dice que si Cristina sube volaría a todos de un plumazo. No lo sé.
En este blog solemos reclamar que no nos pidan que nos pongamos la camiseta de Alessandra Minicelli. Pero ¿no nos la habremos puesto ya?
No tengo respuestas, más bien preguntas. Esto, desgraciadamente, se relaciona con una característica inherente a la política (creo) captada por Perón en este mensaje del 8 de setiembre de 1973 que se puede leer completo acá:

"Todo el que viene dice: 'Nosotros tenemos razón'. Tal vez sí, pero como yo no soy juez ni estoy para dar la razón. . . yo estoy para llevar a todos, buenos y malos, porque si quiero llevar sólo los buenos voy a quedar con muy poquitos, y en política con muy poquitos no se puede hacer mucho. Es decir, que esto tiene una hermenéutica de la cual no se puede salir, porque si no al final fracasa. Hay otros que tienen otra misión, bueno. . . que la cumplan ellos. Esta es mi misión, como digo, es la más ingrata de todas, porque muchas veces llega un tipo al que le daría una patada y le tengo que dar un abrazo. Pero la política es así, es un juego de utilidad, tolerancia y paciencia. Pero ¡qué paciencia que hay que tener!".

miércoles, enero 24, 2007

¿Coincidencias?...que no miden

Nos dice Bernardo Neustadt, en su habitual nota de los miércoles en Ambito Financiero:
"Pienso: si el señor K lo quiere matar o re-ma-tar a 'su padre', el General Peron, que coloque su retrato en el piso y baile un malambo sobre él como hubiera hecho el almirante Rojas. ¿El Presidente habrá sido GORILA?".
Pienso en un cuento publicado recientemente en este blog y siento algo de pudor. Pero sigue Berni:
"Que si sigue así, estirando el chicle de lesa humanidad, pronto caerán en la volteada Bonasso, Verbitsky, Taiana, Garré y compañía. Porque recuerdo que en el 70, 71 y 72 ya había Triple A privada para combatir a los montoneros privados. La Triple A no nación en el Estado. Recuerden que Perón estába exiliado en Madrid cuando empezó".
Respiro aliviado. Nos seguimos mirando desde veredas distintas. Chau, Bernardinho.

lunes, enero 22, 2007

Un cuentito peronológico que ¿mide?

Ahí están los tres jóvenes. ¿Cuánto tendrán? ¿Diecinueve, veinte años? Claro que uno de ellos es una mujer. No una chica. Los otros dos quieren conducirse afanosamente como si fueran mayores. Ahí enfrente está el hombre. Está cansado, algo aturdido. Incrédulo.
"General, el Tribunal lo ha sentenciado a la pena de muerte. Va a ser ejecutado en media hora". La frase suena fuera de contexto. Hueca contra las paredes de la casita de Timote. El hombre muestra una media sonrisa y empieza a desgranar algunas palabras. Pide que le aten los cordones. El resto resulta puramente operativo.
Lo desatan de la cama, le muestran la puerta del sótano. "Ah, me van a matar en el sótano", dice. El pañuelo en la boca, la nuca contra la pared. Un lugar pequeño, demasiado pequeño para un ex presidente.
El más jovencito toma la voz de mando. Lo manda al otro a golpear con la morsa sobre una llave, para disimular el ruido de los disparos.
"General, vamos a proceder".
El hombre piensa en intentar algo de último momento, en tratar de mostrar su media sonrisa y lanzar alguna frase con sarcasmo. Imagina varias que le saldrían en forma automática.
"Proceda", prefiere decir.
Suenan tres disparos. Y después un cuarto. El joven cubre el cuerpo con una manta. Enseguida empiezan a subir las escaleras. En minutos más, estarán enterrando a Juan Domingo Perón.

Mide un poco de peronología explícita ante el desvarío total

Ya que esto se está empezando ir de madres (digo, por lo que se ve acá y acá -che, ni al finado Julio Ramos se le hubiera ocurrido zanjar la historia con una encuesta, lo digo para Artemio "en el buen sentido", para Clarín, no-), vamos a iniciar una serie de posts sobre peronología.
Vuelvo a González, H. (1999), Restos Pampeanos. Ciencia, Ensayo y política en la cultura argentina del Sixlo XX, Buenos Aires: Colihue. No sé si González la pega en todo y no voy a iniciar una polémica gonzalismo - no gonzalismo, muy común en el mundillo de las ciencias sociales locales. Me interesan algunas cosas que dice. Voy:
En la página 348, el autor cita el Manual de Conducción Política (1950), de Perón. Dice Juan Domingo:
"Algunos creen que gobernar o conducir ess hacer siempre lo que uno quiere. Grave error. En el gobierno, para que uno pueda hacer el cincuenta por ciento de lo que quiere, ha de permitir que los demás hagan el cincuenta por ciento de lo que ellos quieren. Hay que tener la habilidad para que el cincuenta por ciento que le toque a uno sea el fundamental".
Reflexiona González a rengón seguido: "Esta reflexión está pensada desde el conductor que permite libertades menos fundamentales y que deja presuponer que ese reparto de equivalencias no es sino una argucia escénica de igualdad que de inmediato se rompe por ese acto desequilibrador de la historia que es su misma presencia inexplicable. El jefe es lo inexplicable en este racionalismo destinal. Nuevamente, lo que en Perón da sentido a todo el esquema de comando no son las valencias equitativas como proyecto de sociedad igualitaria. Es la existencia del conductor. Sin el conductor no existe el equilibrio, pero con el conductor todo equilibrio está sometido a una crisis esencial, pues él arrebata para sí 'lo fundamental'".
Otra de González, esencial: "A nadie obliga, a nadie lleva el conductor. Los que quieren, lo siguen. Es todo espíritu sin axiomas, no cohibe ni ordena, sino que crea necesidad con su sola presencia inmaterial. Máxima demostración de que la polis es solo una manifestación del libre albedrío".
Algunas conclusiones apresuradas y para discutir:
a) La denuncia de algunos a Perón es necesariamente autodenuncia, por lo menos de pubertad política.
b) Perón era Perón. Perón siempre fue Perón. Si algunos creyeron que Perón había dejado de ser Perón, bueno, que vuelva a leer el punto a).
c) Para dialogar y negociar con Perón había mucho margen (50 por ciento). Si uno quería más (meterse con el 50 por ciento que él consideraba innegociable) bueno, ese es otro juego.
d) Otra vez: Perón no es Videla. Videla no tenía porcentaje de negociación, era la cara de la revancha clasista, cosa que Perón no era ¿no?.
e) Que se juzgue lo que se tenga que juzgar, pero por favor, que la sociedad argentina no me hable como si todos sus integrantes fueran paracaidistas luxemburgueses....

jueves, octubre 19, 2006

No mide lo del Pochito IV

Se ve que algunos medios de prensa se sentirían más tranquilos si Hugo Moyano no estuviera al frente de la CGT. Al menos, eso leo yo de algunas notas aparecidas hoy aquí, aquí, y aquí. Es razonable. Con el resto de los integrantes de la CGT, los empresarios tuvieron la Pax Sindical de los 90.
No vamos a defender en este blog a ningún pistolero. Y hemos criticado con creces -antes de que ocurrieran incidentes- la payasada de San Vicente. Pero todavía ejercemos el derecho de analizar quién se beneficia y quién se perjudica con los hechos que ocurren.

miércoles, octubre 18, 2006

No mide lo del Pochito III

Parece que por los desastres de ayer en la Quinta de San Vicente va a pagar un costo político Hugo Moyano. Se dijo en este blog: Moyano puede decir que peleó por derechos de los trabajadores cuando el menemismo arreciaba. Y que por su presión, muchos trabajadores en blanco obtuvieron durante 2006 19 por ciento de aumento en sus salarios para correrle a la inflación. Pero hay un modelo sindical que no va más. Y reiteramos: por más sindicatos o liturgia peronista que hubiera, el Presidente ni siquiera debió haber pensado en ir al acto de zamarreo del féretro de Perón. Era un acto del estilo de Eduardo Duhalde & friends, un acto en el que los entregadores del pueblo quieren lavarse las manos en símbolos aún apreciados por el imaginario popular. El que le aconsejó eso al Presidente, debería renunciar. Ojalá no se le haya ocurrido a él.

martes, octubre 17, 2006

No mide lo del Pochito II

Se advirtió anteriormente en este blog, en un piadoso y constructivo llamado de atención ¿Para qué meterse con el tema del traslado de los restos? ¿Para esto? ¿Quién aconseja al Presidente? ¿El enemigo?

No mide lo del Pochito

No mide lo de Perón, todo el mundo lo sabe. Para peronistas, no peronistas y antiperonistas, lo del traslado de Perón no va. La dirigencia peronista tradicional está devaluada por el derrotero democrático del 83 a la fecha en el que el Estado ha quedó arrasado por las langostas, al igual que buena parte de los sectores populares. Hugo Moyano -fortunas personales al margen- puede decir que peleó por derechos de los trabajadores en varias ocasiones en las que pocos lo hacían. Pocos más pueden sacar a relucir esa chapita. El Presidente no debería concurrir al acto de San Vicente. Cristina Kirchner ya fijó su posición sobre qué ocurre con los símbolos del peronismo cuando se los vacía. A esas definiciones me atengo. Guarda con lo del traslado del Pochito. No sea cosa que el espíritu del General no quiera que nadie le haga sombra en las frías páginas de la Historia.