Lo mejor para ver anoche, además del gol de Krupoviesa, fueron las imágenes que transmitió Crónica TV sobre el ataque al cuartel de La Tablada, del que en pocos días se cumplirán 20 años. Un joven cronista Daniel Hadad describía el "fragoroso" tiroteo.
En ese momento increíble de un verano imposible, Raúl Alfonsín bajó con su traje marrón claro en el cuartel. Rodeado por centenares de militares armados hasta los dientes, en medio de una gran confusión. Seguido por el Coti Nosiglia, siempre flaco, mientras veía con sus propios ojos los cadáveres tirados por el predio. En ese regimiento destruído por los bombazos y el fuego militar, luego de aquellas palabras del comisario Pirker acerca de que -se dice, no recuerdo la fuente- que él hubiera sacado a los del MTP con un par de gases lacrimógenos.
Mientras Alfonsín recorría el regimiento se escuchó un tiro, hubo corridas, decenas de policías bonaerenses con armas variopintas a mano, panzones, con camisas de distintos colores, comenzaron a corretear por ahí, para cualquier lado, a los gritos. Se tiraban cuerpo a tierra, subían a los patrulleros Renault 12. Todo un gran desastre, una gran claudicación democrática en el verano en el que se terminó de fraguar en las mentes de millones el menemismo.
Me voy a leer un poco sobre La Tablada.
En ese momento increíble de un verano imposible, Raúl Alfonsín bajó con su traje marrón claro en el cuartel. Rodeado por centenares de militares armados hasta los dientes, en medio de una gran confusión. Seguido por el Coti Nosiglia, siempre flaco, mientras veía con sus propios ojos los cadáveres tirados por el predio. En ese regimiento destruído por los bombazos y el fuego militar, luego de aquellas palabras del comisario Pirker acerca de que -se dice, no recuerdo la fuente- que él hubiera sacado a los del MTP con un par de gases lacrimógenos.
Mientras Alfonsín recorría el regimiento se escuchó un tiro, hubo corridas, decenas de policías bonaerenses con armas variopintas a mano, panzones, con camisas de distintos colores, comenzaron a corretear por ahí, para cualquier lado, a los gritos. Se tiraban cuerpo a tierra, subían a los patrulleros Renault 12. Todo un gran desastre, una gran claudicación democrática en el verano en el que se terminó de fraguar en las mentes de millones el menemismo.
Me voy a leer un poco sobre La Tablada.