Todo hecho es político y mide

No puedo dejar de pensar en Eva Perón cuando veo por la tele a a Florencia de la V salir, de blanco, por el portón del Tattersall a posar frente a centenares de fotógrafos sobre la larga alfombra roja. Ahí, cuando sobre la Avenida del Libertador, frente al Campo Argentino de Polo, se le cae una lágrima. Y deja ver sus joyas de 4 mil dólares y sonríe y llora de nuevo.

No sé si es cierta esta biografía, que dice que nació en el Hospital de la Madre y el Niño de Resistencia, hija de una costurera misionera y de un maestro mayor de obras paraguayo y que le pusieron Roberto Carlos. Y que después vivió en Llavallol. Y que terminó el secundario a la tarde para trabajar. Y que se anotó en diseño de indumentaria de la UBA pero dejó. Y que de ahí trepó y trepó hasta el Tattersall.

No sé si ella tiene idea de lo que significa. Que ella, ahí, es un hecho político. Ni si la tienen los que pagan para verla en "El Champán...". Pero la veo en la alfombra roja y pienso en Evita.

Distinto es cuando cambio de canal y veo a Elisa Carrió -que era periférica- decir que lo de la ley de estatización de los fondos de las AFJP es como "Guantánamo". Y que llama a movilizarse como cuando, según dice, llamó a "marchar sobre Buenos Aires" contra las retenciones. Y que deja abierta la puerta a que Cristina Kirchner no termine su mandato. Y que llama dictador y presidente "de facto" a Néstor Kirchner. Para luego definirse como "institucionalista". Y guiñar el ojo.

Espero que nadie, pero nadie en el Gobierno le conteste.

Yo sigo pensando en Evita, permiso.