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El de la foto es
Michal Kalecki, de quien se dice que inventó casi todo lo que el amigo J. M. Keynes puso sobre la mesa después. Sin embargo, como lo hizo en polaco, quedó por ahí rumiando bronca, como una especie de looser de la teoría económica.
Más allá de eso, lo que importa aquí y ahora (Argentina, año verde de nuestro Señor), es lo que escribió en su impresionante "Political Aspects of Full Employment" (1943) (sólo conozco la versión en inglés en Kalecki, M (1971),
Selected Essays on the Dynamics of the Capitalist Economy 1933-1970, Cambridge University Press). Veamos algunos fragmentos, en mi traducción más o menos correcta:
Kalecki señala en el artículo que las grandes empresas se oponen a las acciones del gobierno destinadas a incrementar el empleo mediante el gasto, a pesar de que, en última instancia, el pleno empleo las beneficiaría.
"Las razones para la oposición de los 'líderes industriales' al pleno empleo logrado mediante el gasto del Gobierno puede ser subdividida en tres categorías: i) el disgusto de la interferencia del gobierno en el problema del empleo como tal; ii) el disgusto sobre la direccionalidad del gasto del gobierno (inversión pública y subsidio al consumo); iii) el disgusto de los cambios sociales y políticos resultantes del
sostenimiento del pleno empleo".
Y luego explica:
"Cualquier ensanchamiento de la actividad del Estado es vista con suspicacia por el empresariado, pero la creación de empleo por medio del gasto del gobierno conlleva un aspecto especial que hace que la oposición sea especialmente intensa. Bajo un sistema de
laisser-faire, el nivel de empleo depende en buena medida del así llamado "estado de confianza'. Si este se deteriora, la inversión privada declina, lo que resulta en una caída del producto y el empleo (...) Esto les da a los capitalistas un poderoso control indirecto sobre la política del gobierno: cualquier cosa que sacuda el estado de confianza debe ser cuidadosament eevitado porque podría causar una crisis".
Luego señala que los capitalistas se oponen a la inversión pública por temor a que ella interfiera en sectores en los que se desarrolla la inversión privada. Y que se oponen al subsidio al consumo por algo muy simple: "los basamentos de la ética capitalista requiere que 'ganarás el pan con el sudor de tu frente'".
Finalmente, indica que las grandes empresas se oponen al sostenimiento del pleno empleo porque "el despido dejaría de jugar su rol como medida disciplinaria. La posicióni social del jefe sería socavada y la autoconfianza y la conciencia de clase de la clase obrera crecería". A pesar de que el pleno empleo y los altos salarios podrían ser beneficioso para los empresarios, ellos se opondrán porque "la 'línea de disciplina en las fábricas' y la 'estabilidad política' son más apreciadas por los líderes empresariales que las ganancias". Y luego, a toda orquesta, indica: "su instinto de clase les dice que un pleno empleo duradero es inadecuado desde su punto de vista y que el desempleo es una parte integral del sistema capitalista normal".
Bien, según pronósticos de algunos observadores, cientistas sociales y funcionarios, de seguir la cosa como hasta ahora en Argentina, el desempleo llegará a un dígito pronto y los menos de cinco puntos de desempleo (técnicamente pleno empleo) no estarán tan lejos. Claro que habrá trabajadores pobres y un 'núcleo duro' difícil de integrar en la sociedad tal como la conocemos, pero será pleno empleo al fin. Así que, amigos, prepárense con sus Kaleckis en mano y a aguantar la que se viene.
"El objetivo de Moreno no es que los precios sean más baratos o más caros, justos o injustos, sinó solamente el índice de inaflación".
"Me puedo imaginar que no puede ser tan estúpido como para creer que puede regular el precio del tomate o la lechuga. Son productos de demanda bastante rígida(hasta cierto punto, bastante insensible a precio)y oferta regida por muchos factores, entre ellos el clima). Ni Moreno ni Alá en persona pueden impedir que la lechuga se vaya a valores astronómicos en verano si llueve en exceso en las zonas productoras, o que caiga a valores ridículos si la producción es excesiva".
"Lo que Moreno quiere lograr es manipular el índice de precios que se mide en el Mercado Central".
"Todo en aras de dibujar el IPC y el IPM para que de menos de 10% en 2006".
"Me gusta la actitud, Mariano T. De todos modos, la política de precios de Moreno parece más efetiva que la que tenía Lavagna. ¿O no?"
"Moreno no puede inventar la pólvora, porque ya esta inventada...
"No hay recetas contra la inflación que no sean:
-aumento de la tasa de interés para que la gente ahorre más y consuma menos, y los empresarios no acumulen stocks.
-dejar caer el dólar para que los productos que se exportan se vuelquen más al mercado interno, y para que los empresarios locales moderen las subas por competencia de la importación.
-esto significa también dejar de emitir pesos para comprar dólares para que se mantenga alto.
"Moreno juega a las matemáticas con el indice y su redondeo. Mientras tanto hay una inflación para los productos "acordados" y otra para los "no acordados". Después van a empezar a faltar los "acordados", y entonces van a mandar a D´Elía a que haga un piquete en Molinos o en Liniers. (aunque haya renunciado siempre estará disponible)".
"Mándense un aumento de precios como se les canta en Francia y van a ver qué les pasa.
Péguense una aumentadita por las dudas allá, en el Asia (Taiwán, Corea, hasta China, etc.) y me mandan un mail a ver qué pasó.
Más allá del chiste, creo que el Estado también se tiene que meter en el tema de cómo se comercializan los productos, cuáles son los márgenes de ganancia para algunos productos, cuál es el esquema de costos, etc.
Otra cosa, a Moreno no lo pongo en la mesita de luz, ni mucho menos, pero.... desde hace varios gobiernos que no vemos a funcionarios más activos que estos.
Y una más: la inflación suele ser el reflejo de tensiones sociales, por lo tanto, políticas, por lo tanto, el control de la inflación es también político y la política (sí) se trata de inventar la pólovora (creo)".
"Los ejemplos que das de "control de precios" para parar inflación son de economias que hacen todo lo contrario a la nuestra: aumentan la productividad (y la investigación)para que la mayor abundancia de bienes baje los precios. ¿Viste cuanto subieron los precios de las heladeras y lavarropas después de los "cupos" puestos a la importación brasileña?. ¿Viste como caen y caen los precios de tecnología (PCs, DVDs, plasmas, articulos de comunicaciones)que viene de esos paises en los que producen mas y mas?
Ahí tenes la receta contra la inflación, no los controles de precios. Es muy simple: la inflación es una tensión entre circulante y productos para comprar. O aumentas los productos o bajas el circulante.
Claro que eso tambien es política. Como bajar el circulante puede frenar la economía, es antipolítico.
Y como aumentar la oferta de bienes (locales) puede llevar un tiempo considerable, mientras tanto nos entretenemos con el control de precios.
Lo mío va también con toda la buena onda, de esperar que seamos alguna vez un país "en serio" como prometió K, y que dejemos de inventar la pólvora, y creer que tenemos soluciones "argentinas" a los problemas.
Pais "en serio" es ver lo que se hace en las economías que funcionan. Seguro que en Francia los productos no pueden aumentar si los alemanes no los aumentan. No tienen cupos, ni aranceles, y los euros franceses tienen el mismo poder adquisitivo que los euros alemanes o españoles. Tienen organización y acuerdos de libre mercado.
Buena onda, buena onda...."