sábado, diciembre 29, 2012

¿Con quién hay que hablar para medir?

Me acordaba hoy de que en el año 2000 el entonces vicepresidente Carlos "Chacho" Alvarez fue objeto de la tapa de una revista y que la nota no le gustó. Sintió que lo atacaban, digamos. Creo que la versión se la leí a Joaquín Morales Solá, pero ya no me acuerdo. Dicen que entonces Alvarez agarró la revista y en lugar de llamar a los editores se fue directamente a la Embajada de los Estados Unidos para decir allí algo así como "no me jodan".
Me pregunto: para saber por qué este compañero periodista parece tan contrariado con una nota que repasa parte de las medidas adoptadas por el Gobierno en el terreno económico durante 2012, ¿con quién hay que hablar?

sábado, diciembre 08, 2012

A seguir midiendo y mañana, a la Plaza

Anoche me invitaron a mantener un largo contrapunto en directo desde mi casa (?) por el canal NTN24, que emite para toda América Latina, con el gerente de Comunicaciones del Grupo Clarín, Martín Etchevers.
Acá se puede ver un ratito.

jueves, diciembre 06, 2012

La Plaza es para medir





No sé si tengo recuerdos "políticos" de mi niñez o si los fui reconstruyendo con los años. Pero ahí están.
Nacido en 1976, mi primer recuerdo "político" es la Guerra de Malvinas. Me acuerdo de la tensión en el aire y el volumen de la TV el 2 de abril a la mañana. Me acuerdo del día de las "24 horas por Malvinas". De las imágenes de la guerra. De escuchar un "comunicado número X" en la radio del auto una noche, pasando por debajo de Puente Saavedra. De las Naciones Unidas, ese lugar donde iban los mismos países que jugaban el Mundial para ser amigos o para pelearse. Así, Venezuela era amigo y Colombia, no.
1983 para mí, además del primer día de clase de primer grado aún en plena dictadura, es el 10 de diciembre de aquel año. Mi madre me convocó a una tarea entre militante y artística (?). Las comitivas de mandatarios extranjeros pasarían -supuestamente- por la avenida donde vivíamos en su trayecto hacia la Quinta de Olivos a saludar al presidente recién asumido. Y por eso pintamos con crayón sobre un papel madera alguna leyenda amistosa hacia Felipe González, ese español socialista, joven, democrático y fachero. Para colgar del balcón. Si pasaron los autos o no, no lo recuerdo.
Una tarde de 1985 nuestra maestra de tercer grado nos llevó a instalarnos en un predio al aire libre. Estaban los chicos de todos los grados. Raro si no hubiera sido porque había una amenaza de bomba, de las que afectaban a tantas escuelas.
Ese año fue el Plan Austral. El plan tuvo un impacto sicológico en los niños porque los precios de los caramelos o de los juguetes pasaron de estar fijados en unos enormes números ininteligibles, a unos números que todos podíamos comprender y manejar. Quiero eso que vale 5, papá.
Y luego vino la Semana Santa del 87. Mis padres nos dejaron a mis hermanos menores y a mí en casa, en manos de una tía. Y se fueron "a la plaza". La imagen que tengo es que yo no entendía bien pero hubo un momento clave. Los conductores y conductoras del noticiero se abrazaban y lloraban. Debe haber sido cuando el Presidente se fue a "parlamentar" con los héroes de Malvinas. Después no me acuerdo bien.
Me acuerdo también de otro alzamiento carapintada. Probablemente uno de 1988, Monte Caseros. Pero claro, ni mis padres ni sus amigos fueron a la Plaza. Debió ser un sábado o un domingo de calor en un jardín con pelopincho. Al parecer, no había por qué ir más a defender más al gobierno.
No sé, me acordé de todo eso. 
El domingo nos vemos ahí, en la Plaza. Para festejar. Toca Carlos Vives y se termina un año más de democracia. Pero comienza otro. Adelante.

miércoles, diciembre 05, 2012

El mal ejemplo de medir: llegó el lobby feroz


El señor de la foto es el ex subsecretario de Estado norteamericano James K. Glassman.
Hoy escribió una nota en el sitio del Financial Times en la que cuenta sin ningún tipo de problemas que se pasó la semana pasada en "Londres, París y Berlin hablando con funcionarios y periodistas" en contra de la Argentina, en el marco de la disputa que el país mantiene con fondos buitre en una corte de Nueva York.
El señor Glassman, director ejecutivo del Instituto George W. Bush, nos cuenta que:

  • "Por todo esto, de todos modos, la Argentina casi no ha sufrido. La impunidad en sí misma es un gran riesgo en la desobediencia argentina de las normas globales. No se ha hecho responsable a la Argentina por su intransigencia e irresponsabilidad. En lugar de ser castigada, se la ha recompensado con membresías en el prestigioso G20 y con permanentes préstamos del Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)".
  • "La forma de aplicar presión a la Argentina debería ser a través de declaraciones coordinadas, claras y públicas de los gobiernos europeos que se unan para votar 'no' hasta que la Argentina comience a actuar con responsabilidad".
  • "Otro antídoto sería echar a la Argentina del G20".
  • "Los incentivos cuentan. El gobierno de una nación endeudada que vea la mala conducta de la Argentina indudablemente va a estimularlo a seguir su ejemplo. Y en un mundo en el que las economías están tan sistemáticamente vinculadas, las acciones de un país, incluso de uno relativamente pequeño, puede afectar las finanzas globalmente".
  • "Es tiempo de que las naciones responsables aprieten el torniquete. Sacar el tema del futuro de Argentina en el G20 ayudaría, al igual que lo harían declaraciones claras, especialmente de países europeos, en el sentido que no dedicarán más el dinero de sus contribuyentes a futuros préstamos hasta que la Argentina pague sus deudas, deje de edulcorar sus estadísticas y termine con las incautaciones de propiedades de otros".
¿Va quedando más clarito lo que se juega acá o no? 

martes, diciembre 04, 2012

NBI rima con medí





Leemos este informe de la consultora Eges. Nos explica Eges que: 


Metodológicamente hay dos grandes formas de cuantificar la pobreza, la más común y más difundida, es la que se centra directamente en los ingresos, referenciando a estos con determinados bienes y servicios que se consideran mínimos e indispensables para que una familia no se encuentre en la Indigencia. Si los ingresos de la persona o el hogar, no son los suficientes como para acceder a estos bienes, se considera que esa persona o ese hogar esta en condiciones de indigencia. A este conjunto de bienes se le agregan el valor de determinados servicios básicos, y en caso que los salarios analizados no alcancen a superar a este nuevo valor, se considerará que la persona u hogar en cuestión está, por debajo de la línea de pobreza. 

Por otro lado, las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) están relacionadas al no cumplimiento de al menos una de las siguientes características o condiciones: 


  • Hacinamiento Crítico: hogares con más de tres personas por cuarto. 
  • Vivienda: hogares que habitan una vivienda de tipo inconveniente (pieza de inquilinato, vivienda precaria etc.). 
  • Condiciones Sanitarias: hogares carentes de inodoro. 
  • Asistencia Escolar: hogares que tienen al menos un niño en edad escolar (6 a 12 años) que no asiste a la escuela. 
  • Capacidad de subsistencia: Hogares que tienen 4 o más personas por miembro ocupado y en los cuales el jefe tiene bajo nivel de educación (sólo asistió dos años o menos al nivel primario). 

Como puede observarse la construcción del indicador NBI es un índice que integra otras variables, lo cual lo hace más complejo que la simple reducción al nivel de ingreso y a la vez más amplio. Ya que para obtener un resultado conciso se deben relevar estas cuatro variables que se mencionaron anteriormente en un mismo momento, la medición de los NBI queda estrictamente condicionada a la realización de censos en donde se pueden obtener simultáneamente las mismas. 
Si comparamos datos de los últimos censos, Argentina redujo un 36,4% el número de hogares con NBI, pasando de un 14,3% en 2001 a un 9,1% en 2010. 

En los cuadros, las comparaciones por provincia, divididas por región.

lunes, diciembre 03, 2012

El amor después del amor, medir antes de medir y el kirchnerismo antes del kirchnerismo

En 2003, Flacso hizo un concurso de ensayos dirigido a menores de 30 sobre los "20 años de democracia".
En aquella entrega de premios, un diciembre 9 años atrás, el ensayo de un politólogo muy recientemente recibido -que había que entregar con seudónimo, claro- no pasó ni cerca de ganar. 
Creo que vale la pena publicarlo, por más desprolijidades que contenga, porque, quizás, a la luz del tiempo y de las sorpresas que vivimos en estos años permita varias interpretaciones no previstas por el autor.
Hoy, seguramente, lo escribiría de otra forma. O quizás no.
Ante un nuevo aniversario del regreso de la democracia y otras fechas que parecen claves, ahí va.


20 años de Democracia (Ensayo)