jueves, noviembre 02, 2006

Mide la hegemonía

Natalio Botana pontifica hoy: "¿No habrá llegado la hora de que se entienda que la hegemonía tiene pies de barro y que más vale despojarse cuanto antes del espíritu de confrontación y enemistad para echar los cimientos de una democracia republicana? Esta última debe ser garantía de la paz cívvica y, según decía Juan María Gutiérrez, del progreso de la sociedad. En la vereda opuesta, la democracia hegemónica, como en las antiguas imágenes de un animal estúpido, se devora a sí misma mordiéndose permanentemente la cola".
Bien. Se ha dicho ya en este blog que la política se parece mucho a esos efímeros momentos en los cuales el establishment siente incertudumbre. Es decir, en los que comienzan a dudar de que el resultado de un determinado proceso sea el esperado. O sea, en el que la aritmética (del dinero, de la propiedad, de que el que más tiene más obtiene) deja de contar (Ranciére ya lo dijo).
Lo que el inefable Botana llama "democracia hegemónica" no es sino eso. Una en la que quienes tienen el poder (económico) para determinar quién obtiene qué, cuándo y cómo no siempre logran obtener el resultado deseado. Eso es hegemonía (me animo a decir, sin tiempo ahora de echar mano a citas de Laclau o Gramsci).
De que esos momentos se hagan más asiduos, amplios y profundos -como a varios nos gustaría- depende el futuro de esta sociedad. Eso implica necesariamente que se requiere más movilización política y social. Eso implica más y no menos conflictos. ¿Puede este gobierno liderar un proceso de ese tipo? No lo sé.
Lo que sí sé es que lo que Botana llama "democracia republicana" es la paz de los cementerios que se vive en Chile, Colombia y tantos países. Una en la que los ricos son ricos y los pobres, pobres. Y en la que esa incertidumbre en los poderosos que emana de la política no tiene lugar.
Larga vida a la hegemonía.

12 comentarios:

Andrés dijo...

"La política se parece mucho a esos efímeros momentos en los cuales el establishment siente incertudumbre".

Enorme definición. Me parece que la gran pregunta, la que vale la pena discutir en estos momentos, es la que se plantea en el post: ¿puede el gobierno de Kirchner liderar un proceso de ese tipo? Yo tampoco tengo certezas --de acuerdo a la coyuntura, de a ratos tiendo a pensar que sí y en otros momentos, que no--, pero este es un debate que, sín didas, mide. Y mucho.

Un saludo

Anónimo dijo...

Ahora bien, si llegamos a la conclusión de que este gobierno no puede liderar un proceso hegemónico en sentido laclausiano, estamos fritos. Estamos fritos porque los partidos de oposición renuncian, o mejor, temen, a la movilización popular y a un grado mayor de conflictividad social. Es decir, me parece que la encrucijada es esta: el único partido que encarna históricamente esto es el peronismo, (intentos alfonsinistas de lado). Si el peronismo no lo hace, y la oposición se encolumna detrás de una idea de república que teme al conflicto, estamos fritos.

Nicolás Tereschuk (Escriba) dijo...

¡Algo de eso parece decirnos Maristella, María!
Que, en principio, y por ahora, estamos fritos.
El tema es: o este gobierno se la juega o inventamos otra cosa.
Lamentablemente, el juego del gobierno es difícil. Y lo veo difícil -por ejemplo- por su obsesión por mantener superávit fiscal (leo hoy en Clarín) que, sí, te permite mantenerte y maniobrar, pero ¡forget la hegemonía!
Un gran saludo

Unknown dijo...

Sí, estamos fritos. Pero no es nuevo porque hace rato que el peronismo abandonó cualquier idea que aliente la movilización popular y la conflictividad social. Más vale, inventemos otra cosa.

Rafa dijo...

Hal, ya tenías que venir a pasar el aviso :P. En serio, me parece que lo que estamos presenciando es en realidad una gran batalla de discursos. A Botana y a otros de menor nivel intelectual que él les interesa instalar la convicción de que éste es un gobierno hegemónico y poseído de un espíritu de enemistad y confrontación. Claro, a ellos les gustaría que se cerraran todos los juicios a represores, que K se abrazara con Bergoglio y Baseotto, que fuera a recibir la verdad revelada al coloquio de IDEA, que diera conferencias de prensa y entrevistas a los periodistas "independientes", etc., etc.

Y el gobierno venía haciendo la plancha hasta estos sucesos de las últimas semanas que culminaron en el papelón de Misiones. Ahora tendrá que andar con pies de plomo y repensar su estrategia. Pero yo no me hago muchas ilusiones de que el gobierno pueda o quiera liderar un proceso hegemónico. Igual no creo que estemos fritos, con que siga habiendo una especie de paraguas protector del conflicto social, por la decisión de no reprimir o por la cooptación de algunos dirigentes sociales, algunos pequeños avances se van a poder seguir dando. En suma, si el gobierno conserva sus niveles de aceptación creo que las cosas no van a cambiar mucho en el corto plazo. Pero si las cosas se deterioran como teme Artemio, vamos a estar jorobados.

Muchos saludos.

Unknown dijo...

Jorge, mi aviso es apenas un módico balance al aporte del kirchnerismo ilustrado o pingüinismo crítico que pulula por la blogosfera.
Más allá de los intentos de Botana, el post de Escriba planteaba una pregunta: ¿puede este gobierno liderar un proceso de movilización política y social?
Y si digo que ya estamos fritos es, justamente, porque “las cosas no van a cambiar mucho en el corto plazo”.
Un abrazo.

Rafa dijo...

Jajaja, vas a tener que laburar Hal, me parece que el pingüinismo crítico está "on fire"!

Suelo recurrir al escepticismo metodológico tanto para lo positivo como para lo negativo. Después de haber vivido el derrumbe de Alfonsín, las victorias del anillaquense y la catástrofe aliancista, no me inclino a aplicarle al momento actual lo de "estamos fritos".

Otro abrazo.

Unknown dijo...

Voluntad es lo que sobra, Jorge. Pero no sobreestimes la fuerza del pingüinismo crítico, es apenas una versión testimonial y romántica del pingüinismo realmente existente.

Rafa dijo...

Hal, no sobreestimo la fuerza del pingüinismo crítico, aunque recuerdo la letra de Viglietti: "Una gota con ser poco, con otras se hace aguacero". Y en cuanto a lo otro ¿qué otra cosa han hecho los escribas (disculpe la alusión, Sr. dueño del blog) a lo largo de la historia, sino dar versiones testimoniales y románticas de los sistemas realmente existentes?

Abrazo

Nicolás Tereschuk (Escriba) dijo...

¿El 2011 nos encontrará fritos o refritados?
Un abrazo

Unknown dijo...

Jorge, hay escribas que influyen en la historia (mirá todo lo que se ha hecho en nombre del pobre Marx) y otros que sólo dan testimonio. Tampoco es cierto que todas las versiones brindadas por los escribas sobre los sistemas realmente existentes tengan rasgos románticos; Gramsci, por citar un ejemplo, no lo parece. El pingüinismo crítico está condenado al testimonio, justamente, por su versión edulcorada del kirchnerismo realmente existente.
Un abrazo.

Rafa dijo...

Hal, ya lo sé, fue una generalización, injusta como suelen serlo las generalizaciones. Nombraste a Gramsci, ahí me saco el sombrero. Y eso de que el pingüinismo crítico esté condenado al testimonio, bueno, quizás sea una misión histórica no desdeñable. Lo de versión edulcorada no siempre es así, algunas visiones relativamente positivas sobre K no carecen de un regusto amargo.

Abrazo.