miércoles, noviembre 08, 2006

No mide: Bañero 2

Eduardo Duhalde, ex presidente de la Nación, ex bañero, ha vuelto. Eso sí, el que parece haber fenecido es Roberto, el breve, quien tras no haber cerrado del todo con los radicales y sobre todo no haber medido en las encuestas, dejó vacante para siempre el siemper codiciado lugar de "la gran esperanza blanca" (allí ya estuvieron -en épocas pretéritas- Reutemann, De la Sota y hasta López Murphy. Hasta Duhalde le echó tierra encima.
Así que la revitalización de Duhalde y la remotivación de la derecha bonaerense son algunas de las primeras noticias derivadas del resultado electoral de Misiones y la renuncia de Felipe Solá a intentar la reelección. ¿Y la República? ¿Y la dignidad? (palabras de Lilita y De Gennaro) No la veo.

15 comentarios:

Unknown dijo...

“la revitalización de Duhalde y la remotivación de la derecha bonaerense” son consecuencia de los errores de K, no del voto misionero.

Nicolás Tereschuk (Escriba) dijo...

Son como las dos caras de la misma moneda ¿no?

Anónimo dijo...

¿Y por qué lo de Misiones no generó una "revitalización" o una "remotivación" de fuerzas que pudieran correrlo a K por izquierda? Aparte de conducir centros de estudiantes y chocarlos ¿esas fuerzas tienen algún plan para superar las propuestas de K? ¿O nos tendremos que conformar con votarlo a K para conservar las posciones ganadas?

Unknown dijo...

escriba: no. Ha sido muy saludable para Misiones la negativa popular a la reelección sin límites; ahí están la dignidad y la República por las que se interrogaba. Los demás es producto del escenario nacional que se genera por la intervención de K.

cine: qué tienen que ver con Misiones los fulanos que conducen y chocan los centros de estudiantes?

Nicolás Tereschuk (Escriba) dijo...

Hal: no.
Nadie ni aquí ni en ningún lado sensato le ha deseado la reelección indefinida a Rovira ni a nadie. Si el Presidente se la deseó, fue un error de él y ahí sí es atinado tu comentario. Se posteó aquí: si jugamos a la política, pues debemos reconocer como consecuencias de nuestros actos aquello que deriva de nuestros actos (Weber no lo inventó pero lo escribió). Es decir, si apoyaste a Rovira, bancate la pelusa.
Pero: las consecuencias derivadas del "No" a Rovira no tienen por qué ser positivas (esto deriva de otra regla de la política: estar con "los buenos" o apoyar el "bien" o a los "limpios" no tiene por qué dar "bien" en la cuenta; política no es matemática).
Otro tema al margen: la República puede no tener nada de bueno. Te invito, si no, a ser pobre en Chile.
Saludos

Nicolás Tereschuk (Escriba) dijo...

Cine:
Las izquierdas locales suelen tener problemas.
Lo sí que parece haber surgido es (mi amigo Norman lo ha dicho) el "Movimiento al Sotanismo", tras el Misionazo.
Saludos.

Anónimo dijo...

Escriba, coincido con vos, en política los costos se pagan con usura.
Y para la “oposición republicana”se pasa del hegemonismo totalitario al
derrumbe inminente.

HAL, te acepto que Nosiglia, Losada, Blumberg, Lilita, Mauricio, Joaquín
y Mariano sean la Republica.
Ahora que me digas que Puerta y los Intendente de Obera y Posadas, entre
otros K de la primera hora, son la Republica es una cachada.
Porque de este ultimo punto de vista lo de Misiones fue una interna peronista.
Donde de un lado estaba el hegemonismo K y del otro los antihegemonicos K
sumados a los Fiscales de la Republica.
Saludos
manolo

Nicolás Tereschuk (Escriba) dijo...

Me parece un poco mucho decir que fue una interna peronista, por más que los muchachos siempre meten la cucharita si hay algo en juego.
Saludos

Anónimo dijo...

Quería decir esto: ¿por qué no se capitaliza por izquierda el resultado de las elecciones de Misiones, algo perfectamente posible dado que el derrotado es un capanga feudal? ¿Por qué, cada vez que este gobierno mete la pata, el beneficiado directo es siempre la derecha?

Anónimo dijo...

Escriba, discúlpame.
Fue una chicana
Saludos
manolo

Nicolás Tereschuk (Escriba) dijo...

Buen punto, Cine estimado, porque en esa cuestión se basa buena parte de la realidad política actual.
Tengo para mí que el Gobierno hace bastante bien el trabajo de ubicarse (aunque más no sea) discursivamente a la izquierda de todo. Y en eso se basa buena parte de su poder. El que logre tocar eso, va a tener algo entre manos, me parece.
Saludos

Anónimo dijo...

Ahí está el huevo y no lo pise, Escriba. Pero los que lo podrían hacer, al menos en teoría, están chocando centros de estudiantes.

Unknown dijo...

Escriba: según las reglas enunciadas, estar con los “buenos” puede dar “mal” y viceversa. Hay una pregunta obligada, ¿sobre qué bases determinamos, sin incurrir en ejercicios contrafácticos, que había un resultado mejor y posible para nuestra cuenta?
Porque, coincidiremos, “bien” o “mal” no pueden ser consideradas nociones absolutas. Entonces, ¿contra qué otras consecuencias posibles comparamos las resultantes de las elecciones misioneras?
Respecto a la República, hasta el momento, no conozco otro ordenamiento institucional mejor. Y no creo que en Chile el problema de la pobreza se pueda superar eliminando a las instituciones republicanas.

manolo: en Misiones, la disyuntiva fue planteada por el gobernado y no por la oposición. Antes que de hegemonía, el debate giró en torno a gobernar a perpetuidad o no. Quien eligió la peor opción fue Kirchner, todo lo demás es sarasa.

Nicolás Tereschuk (Escriba) dijo...

Lo mío, más que una afirmación es una pregunta.
Veo que (coincidiendo con Hal) Kirchner comete un error al apoyar un desarreglo institucional como el misionero. OK.
Ahora: gana la oposición a eso y se ven algunas consecuencias.
Eduardo Duhalde vuelve a la política. "Chiche" Duhalde sale a la palestra y da lecciones de transparencia electoral. Roberto Lavagna sale a buscar urgente aliados para capitalizar el momento. Elisa Carrió festeja. Mauricio Macri no sólo piensa que puede ser candidato a presidente o a jefe de Gobierno porteño, sino a gobernador bonaerense. No me pidan que me ponga feliz por todo eso (por más republicano o demócrata que uno quiera ser).
Saludos

Unknown dijo...

El festejo de Carrió no me molesta en lo más mínimo.
Y el resto, si el gobierno evita que su conservadurismo conceptual redunde en nuevos dislates, carece de trascendencia.