martes, marzo 04, 2008

La política y la medición

No me voy a extender hoy porque me parece que es un tema sobre el que seguro profundizaremos durante todo este año. Pero tómese dos minutos y siga estas instrucciones. Primero lea esta noticia (la información original la publicó el diario Crítica, pero no encuentro el link). Luego lea esta, que vino del archivo. Si llegó hasta ahí lea algo que habla de la política. Y por último, mire fijo a los ojos al señor de la foto. Comente con libertad, me interesa su reflexión.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

el de la foto es dani de vito en "tira a mamá del tren"?????

Anónimo dijo...

y, a mi me asusta un poco.
pero estoy sensible, ojo, tal vez sea por eso!

Anónimo dijo...

esto es cualquier verdura

Norman dijo...

Nadie podría estar en desacuerdo con Max. El problema es que -siguiendo a Nicolo, a quien le debe esta frase- esos "actos malignos" deberían ser un momento de excepción dentro de un panorama en que la regla de la transparencia debería privar. Cuando TODA la política pasa por "la voluntad y fortuna del Príncipe" estamos en el horno como sociedad, sistema político y comunidad. No sé si las cosas se pueden hacer de otro modo, pero deberían ser de otro modo y en esto también tiene responsabilidad la oposición. ¿Puede crecer una oposición que es aplastada por el aparato del estado? ¿Puede prosperar la crítica cuando los grandes medios se asocian al Príncipe?
A mi el despotismo ilustrado no me interesa. Ni Max ni Nicolo conocieron o creían en la democracia. Tal vez muy pocos crean en ella, aún hoy.
El señor de la foto jamás la practicó, eso si, de afanar, hasta en el buen sentido, conocía mucho.
Un servidor

Anónimo dijo...

Escriba: cómo anda?
Estaba esperando que aparecieran los comentarios de indignación, que por lo visto (y salvo algún amague en esa dirección) siguen ausentes.
Mire, yo me voy a correr a otro ángulo para enfocar la cosa de otra forma.
Digamoslo así: los actos de los "políticos", obviamente, no agotan lo que acontece en el ámbito político. Quiero decir con esto que los diarios que usted citó también forman parte de dicho ámbito. No solamente desde lo que denota su discurso, sino desde las "posibilidades de discurso" que habilitan desde ese espacio privilegiado que constituyen como canal de difusión del acontecer.
Trato de explicarme: el hecho de que Clarín (el nombre es antojadizo, es un símbolo) proponga que el discurso político se base en descubrir la inmoralidad de los actos de los políticos, es también una lógica de construcción política.
Y si no, vea usted cómo desde hace un tiempo a esta parte, el debate político se ha basado en la dicotomía Gobierno/corrupción vs. Oposición/moral.
Así, con esa lógica de construcción mediática han aparecido fuerzas políticas opositoras que han sabido captar el humor de las clases medias con la propuesta de cambiar la política (muchas veces poniendo como garantía el hecho de que provenían del sector privado, no eran "políticos"). Y han sabido defraudar a las mismas clases medias cuando han asumido. Hoy le toca al Pro recorrer el camino que ha recorrido ya la Alianza.

Qué quiere que le diga?
Si algo no me gusta de la frase de Weber es que sugiere que la Política es un ámbito cerrado que se rige por leyes propias, ajenas a las que rigen el resto de los aspectos de la vida humana.

Hoy le pido disculpas por la teoría berreta. Un saludo.

Anónimo dijo...

Mariano,

Estoy de acuerdo. Pero como apuntaba Norman, una cosa es que eso sea la actividad normal y otro es que sea una excepcion con cierta regularidad. Una cosa es que uno describa la realidad y otro es que la acepte como inmutable.

Por ejemplo, la guerra o violencia es tambien el metodo tipico de hacer politica en cierta manera. Pero ¿eso significa que una sociedad debe estar siempre en guerra? No digo que no haya guerras pero entonces en cada caso puntual vamos a levantar las manos y decir y bueh...

Con este tipo de actitudes se termina justificando cualquier cosa por que "no somos carmelitas descalzas". Asi visto, que Hitler o Videla hicieran politica se puede justificar con el mismo argumento. Era lo necesario para salvar a la patria o al pueblo aleman.

Con esto no quiero justificar que la unica opcion opositora sea un cuestionamiento moral, lo cual me parece equivocado, pero aun esto es un planteo politico como señala Norman. Solo habla de la pobreza ideologica de nuestra oposicion. O quizas del pueblo representado, no se.

Por otro lado Max, no se referia a cualquier etica en abstracto cuando hace el comentario, sino que especificamente se refiere a la etica cristiana del Sermon de la Montaña. Por lo tanto, no se oponia a una etica general que informara la politica, sino a dar la otra mejilla, etc, que podemos estar seguros que nadie en politica hace.

Dice Max que debe hacerse lo que es necesario para conseguir el objetivo. Yo me pregunto si sera necesario robar a diestra y siniestra para conseguir la "justicia social" o lo que fuera que se persigue.

Como vera Escriba trato de leer atentamente:P

Ya se que en teoria ud. no apoya la corrupcion, pero fijese, que cuando surge un caso puntual, estilo Porreti, siempre tiene un poco de suspicacia porque los que lo atacan no son "santos". Yo no digo que lidere la carga, pero de ahi a defender lo indefendible.

Peca

Anónimo dijo...

Peca: cómo anda?
Mi comentario apuntaba a decir que en realidad la lógica de funcionamiento de un sistema no puede modificarse por medio de la voluntad individual.
Ni usted, con su bondad, podrá hacer que todo el mundo deje de robar, ni Hitler (el ejemplo lo trajo usted) hizo algo demasiado distinto de lo que el alemán medio hubiese hecho en su lugar (vale lo mismo para Videla).
Por lo cual, mi idea era resaltar que muchas de las cosas desagradables que pasan, pasan justamente como consecuencia inevitable de la propia lógica de funcionamiento del sistema, y que si queremos corregirla no alcanza con la voluntad individual de un líder. Ningún líder nada contra la "corriente".

Por eso pienso que los discursos "morales" acerca de la forma de hacer política son estériles, por el simple hecho de que sostienen la idea de que hay personas buenas y personas malas, y que todo depende de que las buenas desplacen a las malas de los espacios de poder.
Hay algunos para quienes el apelativo estéril es demasiado suave, ya que son conscientes de la esterilidad de su discurso, lo cual los vuelve hipócritas.
Pero sea cual fuere el caso, esos discursos son funcionales a la misma lógica de funcionamiento del sistema, y hasta en situaciones críticas pueden ser garantía de su continuidad.

Abel B. dijo...

Escriba:
Este post suyo me ha hecho revisar mi viejo escepticismo acerca de los comments, que una vez describí (en mi blog) como "una sucesión de progres atacando y defendiendo a Kirchner". Debo reconocer que en este caso ha convocado a un diálogo interesante, no superficial, sobre la política y la ética. Las intervenciones de Norman, Mariano y Peca son valiosas, para no hablar de la de Max.
Ahora, por qué me deja la sensación de que son opiniones de intelectuales con escasa relación con la política de poder realmente existente, como. por ejemplo, se practicó y se practica en nuestro país?
Tal vez porque lo conocí personalmente a Lorenzo, desde el ´82 hasta su muerte, y puedo dar fe, como muchos otros, que era de lo mejorcito en ese ámbito de la política de poder?
Saludos,
Abel

Anónimo dijo...

Terminela de una vez con esto, Escriba, complejice las cosas en el buen sentido.
Si sigue así me voy a poner del lado de Hal y de Norman, por favor
Abrazo
Erik

Nicolás Tereschuk (Escriba) dijo...

Anónimo: Puede ser.
Alejandra: No tema (por ahora).
Tomate: 100 % acertado.
Norman: Citando a un ya anciano dirigente yo diría "¡Fight!". Lo que no nos gusta de la realidad se cambia con luchas (en general de los sectores pop). Y yo digo: ¿la oposición quiere luchar? ¿quiere movilizar a alguien para luchar? Naaahhhh... Sobre los momentos de excepción o de "normalidad", eso lo definen las luchas, creo. Y sobre el señor de la foto: cierto es que no practicó la "democracia", aunque sí la organización de poder popular (de alguna manera, como es siempre la organización del poder popular, así, como es... digamos).
Hal: No. Para justificar los actos de ladrones supongo que ya hay a quien le pagan para eso. Yo trato de pensar de qué hablamos cuando hablamos de kirchnerismo. O de política, si quiere.
Mariano: Ta bueno esto. "el hecho de que Clarín (el nombre es antojadizo, es un símbolo) proponga que el discurso político se base en descubrir la inmoralidad de los actos de los políticos, es también una lógica de construcción política".
Peca: Muy bueno el comentario. Las dudas y los grises que usted plantea sobre mi posición son cosas sobre las que me interrogo permanentemente, créame.
Abel: Cuéntese algo de Lorenzo Miguel. Me parece el típico caso de alguien a quien hubiéramos recontra cascoteado, pero con el paso del tiempo y el deterioro del país se vio que -quizás- necesitábamos más Migueles, digamos.
Erik: Salvo el post mío y el comentario suyo, como verá, los demás comentarios tuvieron mucho nivel. Somos los que menos medimos, bah.
Saludos

Rodrigo dijo...

Este tema de "buenos y malos" y su rol político es todo un tema.

En líneas generales hay coincidir con don Weber. Los "malos" pueden hacer el bien a la sociedad y viceversa. Los ejemplos abundan.

Por eso como hizo un sociólogo (Leiras?) hace poco en La Nación afirmaba que la discusión acerca de la corrupción "achata" el nivel del debate político (reemplazando el debate de los temas de fondo).

Sin embargo, en el caso de la Argentina 2008, me parece que el debate ético tiene una trascendencia que excede el "que barbaridad, cómo roban" o "que poco respeto tienen por las instituciones."

Si uno mira la política de infraestructura del gobierno y sus propuestas centrales (Tren de Alta Velocidad, ejemplo obvio) surge la pregunta: "el retorno" es un efecto secundario (malo pero casi inevitable) o es el elemento central a la hora de definir prioridades?

A medida que trascurre la administración K, la opción 2 parece ganar cada vez más terreno. En ese caso, el cuestionamiento ético excede el planteo idealista o frívolo y pasa a ser si el modelo político y económico en Argentina lo van a moldear los empresarios que lleven proyectos con retornos jugosos, lo que en el fondo era el espíritu del menemismo.

Saludos,

Rafa dijo...

Buen punto el que plantea Rodrigo, afinando el cuestionamiento ético para apuntar al núcleo del "modelo K". Aunque yo le daría otra vuelta de tuerca: el mayor problema no serían los retornos jugosos, sino la falta de un modelo sólido a largo plazo. El problema fundamental es si se aprovecha la coyuntura favorable para elaborar un proyecto de desarrollo integral y consistente, o simplemente se toman iniciativas aisladas sin mayor visión de futuro, independientemente de lo jugoso de los retornos que traigan aparejados.

Recomiendo leer el fascículo Nº 30 de Historia de la Economía Argentina que salió hoy con P.12. Ahí uno puede enterarse de las ocasiones en que se proyectó a largo plazo en nuestro país: desde los Planes Quinquenales de Perón, pasando por el Plan Nacional de Desarrollo en la época de Illia y algunas iniciativas en el período '66-'73, hasta el Plan Trienal de Perón-Gelbard. De todo eso, parece que ahora no hay.

Saludos.