Mi posición: Esta es una duda irrelevante que solo nos importa a los que vemos de afuera. Viene a ser como pensar que lo importante es saber si el Boca de Ischia jugará con tres o con cuatro en el fondo, cuando lo que a Boca le importa es algo bastante más simple y claro: ganar.
Al respecto, en un esclarecido comentario, Manolo señala:
"En los últimos 4 años los transversales, y ahora los pluralistas, en cuanto llegan a la banca, arman rancho aparte. Viven sacándole el culo a la jeringa, en nombre de la libertad de conciencia. Obligan a recurrir a los 'impresentables', que siempre están, y terminan siendo más “baratos” que los esclarecidos durante las crisis".
Por ahora, percibo que esta discusión, de este lado del mostrador se ve bastante triste. El "progresismo", a esta altura, corre el riesgo de dedicarse a ser mero comentador de lo que ocurre. Armando nefastos sub-sub-bloques y dedicándose a ser la oposición de la oposición de la oposición en algunos distritos.
Y digo, por ejemplo, ante la posibilidad de que el Gobierno avance en un impuesto a la renta financiera... ¿los que estamos afuera, estamos afuera por alguna cuestión de fondo, por un tema ideológico, por una discrepancia central con el oficialismo o simplemente porque no nos daría el cuero para ganar una interna? ¿O porque estar afuera permite quedarse con algunas bancas que sobran, algunos cargos libres? ¿O porque es más fácil y cómodo ocupar el nicho de los "buenos sin vocación de poder"? ¿O porque, alla Lilita, casi siempre tenemos algún pobre tipo Toti Flores a mano, pero no llegamos políticamente a la gente de los barrios a la que deberíamos llegar?
Pensémoslo y digamos cómo es. Pero por favor, en 2008, dejemos de lado las parábolas.