domingo, marzo 02, 2014

Bein: Lo importante para medir

Opiniones son opiniones. Lo que más me interesó del largo reportaje a Miguel Bein publicado hoy:

La Argentina tuvo una década muy exitosa porque es la que nos llevó de hiperdesempleo al pleno empleo. Es la que llevó de 120 mil autos por año a 900 mil, y de 200 mil aparatos de aire acondicionado frío calor a 1.700.000 por año. Argentina está en el nivel más alto de consumo de los sectores populares de su historia como nación. Y hablo de los sectores populares, no de los que siempre viajaron a Europa con la vaca en el vapor. La gente protesta, putea, la clase media protesta por el tránsito, por la inflación y por la inseguridad, por el colegio de los chicos, por los seguros, por un montón de cuestiones. En general, no protesta por falta de laburo, ni se queja demasiado de que gana muy mal y los trabajadores lo mismo. Diría que los trabajadores se quejan tal vez un poco menos, lo cual no quiere decir que no quieran tener más, ganar más, vivir mejor o poder tener una hipoteca. Una de las deudas enormes de la década es que no se pueda tener una hipoteca a 15 años, siendo un matrimonio joven, para comprarse un departamentito o una casita en la zona rural. Lo que digo es que una situación inicial de fábricas vacías y gente afuera de la fábrica, sin trabajo, era la foto de 2002. Si alguien no entiende esto cuando lo lea en su diario, que no lea más su diario. No sé, que aprenda a leer y escribir. En serio digo esto. La foto esa era del 25% de personas desempleadas, 25% de fábricas paradas y 50% de personas que ganaban lo mismo en pesos que cinco o seis meses atrás después que la inflación dio un gran salto colocando debajo de la línea de la pobreza a millones de argentinos. Cuando se tiene esta situación inicial, y además los bancos cerrados y la base monetaria es así chiquitita porque se desmonetizó el país, lo único que hay que hacer es abrir los bancos, imprimir dinero, dar crédito a las empresas y dar aumentos de sueldos. Esa no era una agenda populista de un infeliz, era la agenda de un tipo que había entendido lo que había que hacer, que se llamaba Néstor Kirchner. Lo que iba en serio era eso, ninguna otra estupidez.



Ese proceso de ir del hiperdesempleo al pleno empleo del seis y medio. Seis y medio en la Argentina es pleno empleo. Hay dos, tres puntos del llamado desempleo de gente que no está entrenada, que hay que reentrenarla para que consiga trabajo. No hay falta de demanda en las empresas. Entonces una vez que se llegó al pleno empleo, se levantó el consumo, yo diría, por arriba de lo aconsejable; yo habría parado a fines de 2011. Con el triunfo electoral, habría dicho como decía Perón en el 52: “Hasta acá llegamos, no se puede comprar más electrodomésticos”. Lo dijo Perón así: “Ya nos compramos, todo el mundo tiene su electrodoméstico”. Cristina podría haber dicho algo parecido y reordenar el balance del sector externo de la Argentina, devaluando en ese momento. No se hizo. Es una década donde llegaron a generar el pleno empleo de los factores productivos y a un coeficiente de roce donde se pasaron dos años. Si hubieras puesto la bandera de llegada a fin de 2011, habría sido de un timing sensacional. Bueno, el conductor del proceso a fines de 2011 no estaba bien, no sé si se hubiera dado cuenta de que había que cambiar, porque eso sí que es recontrafáctico. El ciclo para llegar del hiperdesempleo al pleno empleo es el tren bala. Ahora, la agenda que viene es la del desarrollo. Al desarrollo se viaja en tren lechero, para en todas las estaciones y lleva dos generaciones, no una. Los que dicen que tenemos que discutir 15 años, no saben de qué hablan. Les recomendaría que vayan a Corea del Sur, donde hubo un plan de industrialización que arrancó en 1963 y logró poner sus primeras dos marcas en el mercado de los Estados Unidos como productos baratos, 15 o 18 años después. El Polo Hyundai era el auto más barato, era el segundo auto de la clase media baja norteamericana. Y demoran una generación y media más en construir sus marcas de primera línea. Cuando empezaron las primeras pantallas de cristal líquido, la gente en la Argentina no quería Samsung, todos querían Sony o Philips. Hoy todos quieren Samsung. Quienes compraba camionetas cuatro por cuatro no querían Hyundai, hoy la gente compra Hyundai. El Smartphone de Samsung pelea palo y palo con el Iphone de Apple. Eso llevó cincuenta años con grupos industriales bien definidos, con crédito casi ilimitado de largo plazo para invertir y aumentar la calidad. Industrializarse a fondo para ser un jugador mundial es una decisión estratégica que lleva dos generaciones.

2 comentarios:

Daniel dijo...

Muy bueno.

Alejandro Bresler dijo...

Montonero Bein, ¡Renuncie!