Me invitaron a hacer una columna bastante menos larga en el Buenos Aires Herald, que se puede leer acá. Agradezco la invitación, los "guest columnists" de los sábados ocupamos una página y somos anunciados en tapa.
La pregunta que me hago en la nota es si "es posible gobernar sin 'los titulares'". Espero que les guste a los que saben inglés. Si no, está Google Translate que te ayuda bastante.
En la nota, incluí varias citas del libro "Los capitanes de la industria: grandes empresarios, política y economía en la Argentina de los años 80", de Pierre Ostiguy.
El libro incluye un fragmento de una nota de Clarín de abril de 1985, que paso a citar completa.
El Presidente de la Nación no se quedó solo con objeciones al terminar la cena que mantuvo el pasado lunes (22 de abril de 1985) con lo más representativo del empresariado local: al margen del previsto apoyo a las instituciones, algunos presentes insistieron en las ideas que tiempo atrás le sugirieron adoptar para producir un cambio en la economía argentina.
En realidad, lo que hicieron estos industriales fue reforzar las propuestas que ya le habían presentado al presidente apenas regresó de Estados Unidos (a fines de marzo).
(En efecto), hace algunas semanas (entonces a comienzos de abril) en el más estricto secreto, varios de los presentes en Olivos hicieron una serie de sugerencias al primer mandatario y otros más allegados a la Casa Rosada se animaron a volcar al papel iniciativas y orientaciones que (a los ojos empresariales) podrían devolver cierta confianza a la producción.
... Esas sugerencias alcanzadas a Alfonsín indicaban la necesidad de que la máxima autoridad política del Gobierno replantee la situación y le dé un encuadre distinto a la actualidad económica. "Tiene que recrear la confianza", le decían. Por eso, a juicio de los empresarios, la rectificación de los problemas no pasa por el Palacio de Hacienda, sino por la Casa Rosada. Tal es la impresión, porque ven que Sourrouille "se maneja sólo como un técnico, sin capacidad de decisión política".
(En ocasión de la reunión del 22) los más audaces habrían planteado a Alfonsín que era necesario que el Presidente utilice su bagaje político para plantear con realismo los padecimientos futuros de la población.
Esta tesis llevó a Sourrouille el martes pasado (el 23) a plantear en el Gabinete económico-social la necesidad de que los ministros de esa área sugieran a Alfonsín incluir algunos párrafos de los sacrificios que tendrá que hacer en los próximos meses el ciudadano común.
"¿Usted propone que le propongamos a Alfonsín, ante una plaza colmada, que anuncie que va a bajar los salarios?", lo increpó el secretario general de la Presidencia, Germán López.
Aquel fin de semana, ante una plaza colmada, Alfonsín le habló al país de "Economía de guerra".
La nota que hice incluye la frase de Néstor Kirchner pronunciada en el Salón Blanco de la Casa Rosada en 2005: "Mr. Coto, I know you".