miércoles, enero 27, 2010

Emir Sader: el otro nombre de medir


Otros movimientos que mantuvieron una visión equivocada y corporativa de “autonomía” o se aislaron, o prácticamente desaparecieron de la escena política. Esa “autonomía” si fuera –como ocurría anteriormente– en relación con las políticas de subordinación de clases, tenía sentido. Pero si se trata de una autonomía en relación con la política, el Estado, la lucha por una nueva hegemonía, es un concepto corporativo, adaptado a las condiciones de la resistencia, equivocado cuando se trata de construir las condiciones de construcción de hegemonías alternativas.
(...)
En suma, al tener a las ONG como protagonistas, al autolimitarse a la esfera social, al cerrar los ojos a los gobiernos que están avanzando en proyectos superadores del neoliberalismo, al no encarar el tema de las guerras –y con ellas, el imperialismo–, (...) fue perdiendo trascendencia, convirtiéndose en un encuentro para el intercambio de experiencias.

Nota completa.

3 comentarios:

La Usina dijo...

Teléfono para el Tano!

El Conurbano dijo...

Recomiendo el último libro de Sader, "El Nuevo Topo", un excelente resumen de la historia latinoamericana de los últimos 70 años, que incluye un muy buen análisis sobre los actuales gobiernos latinoamericanos de izquierda y centroizquierda.

saludos

Leila Luna (ex Cosas dichas) dijo...

Lo que siempre admiré del espacio FSM (en algunas ocasiones más evidente que en otras) es la capacidad de crear conflicto (y crear después). Lo que tira Sader en la nota es la explicación de porqué de Tarso Genro llevandolo a Lula en enero del 2003 y los argentinos del foro que no entendíamos nada.
Saludos