domingo, enero 10, 2010

Durííísssimo el abrazo del oso medidor (??!!)


Su ejemplo constructivo es Martín Sabbatella, quien no oculta sus diferencias con el gobierno pero considera que no es posible construir una centroizquierda progresista sin reconocer los méritos que ha tenido, “porque si no siempre estamos partiendo de cero”.

(Buena la nota, me gustó)

9 comentarios:

la micheti dijo...

Los KK ahora van por la familia cristiana !!!! La yegua quiere tirar por la borda siglos de discriminación !!! Y nadie hace nada.
Ya nos parecemos a Venezuela, qué quieren ahora ? Que nos parezcamos a Canadá o a España ???

POBRE PATRIA MIA !

graciela b. dijo...

No pretender partir de cero y ser, al mismo tiempo, una novedad. Es una muy buena propuesta.

Quintín dijo...

Escriba, ¿cómo no le va a gustar una entrevista a NK en la que elogia a MS? Casi como tocar el cielo con las manos.

Nicolás Tereschuk (Escriba) dijo...

Quintín: La verdad, ni me va ni me viene en lo personal. Me pareció que en la entrevista le hacen más preguntas que las que le hacen a los amigos de Clarín en Clarín, por ejemplo.
Saludos

Mariano T. dijo...

Pero con esa postura se le fue la mitad de la tropa. incluyendo a la otra diputada (Graciela Iturraspe) que ya no le da ni la hora.
No se cual es el punto de partida, pero me parece que su futuro esta en el kirchnerismo a secas, como punto de llegada

santix dijo...

Eso, Mariano T, Luche y vuelven!!! (los remates)

Y todos sabemos que lo unico que importa es que se quede la tropa. Si para lograr eso hay que hacer lo contrario que uno cree que es correcto, no hay que dudar.
Si hay mas tropa con Tinelli como orador principal en los actos, dele para adelante...

En serio, que Nuevo Encuentro siga expresando lo que pensamos los que no somos Kirchneristas pero no somos estupidos es muy necesario, se llegue a donde se llegue.
Por el PSP hace 20 años nadie daba nada, y paso a paso sin renunciar a sus convicciones ya son una referencia obligada y con influencia notoria.

Quintín dijo...

Escriba. La entrevista me hace acorddar a un libro que el otro día encontré en casa: Stalin, de Emil Lideig. Es un largo reportaje al que te jedi en su apogeo, en el que el escritor le hace todo tipo de preguntas, incluso algunas bastante incómodas ("dicen que usted mató un montón de gente", etc.). Pero el encuadre periodístico hace que Stalin quede como un líder racional y equilibrado, sumamente reflexivo. Con Verbitsky y Kirchner pasa lo mismo (salvando las distancias, por supuesto): se puede hacer pasar un paranoico por un político equilibrado.

Saludos

Quintín dijo...

"Emil Ludwig" quise decir.

Nicolás Tereschuk (Escriba) dijo...

Cómo vuelve el tema de Stalin en sus reflexiones, Quintín. ¿Vale la pena la comparación con estos presidentes democráticos argentinos?