jueves, junio 18, 2015

Sobre el momento para medir

Cuando aún no sabemos cómo se terminará de integrar la boleta completa del oficialismo en la estratégica provincia de Buenos Aires, en la que voto junto a toda mi familia, escribo y voy mezclando algo de análisis y algo de -si interesa- opinión personal:

  • El oficialismo tenía para esta campaña una serie de alternativas, de las que se venía escribiendo en la prensa y en algunos casos discutiendo también a nivel más pedestre, que eran las siguientes. Las voy a ordenar desde la que me gustaba menos a la que me gustaba más:

1) Cristina, pensando que el próximo gobierno será un desastre, hace ingentes esfuerzos para que su sucesor sea Mauricio Macri, líder del PRO. Su objetivo político es entregarle la banda al principal partido de oposición. Es la "teoría Bachelet", dejo al opositor, que lo hará mal, para que "me pidan" volver luego.
2) Cristina se desentiende de su sucesión, se desentiende de qué partido ganará en las próximas elecciones nacionales. Arréglense.
3) Cristina hace todo lo posible para obstaculizar la llegada de uno de los precandidatos con posibilidades del oficialismo, Daniel Scioli, a la Presidencia.
4) El Frente para la Victoria define un único precandidato para las PASO.
5) Se realizan las PASO entre dos precandidatos del Frente para la Victoria.

  • Me dirán que había una más, ungir un sucesor "puro", un "Dilma de Cristina". Ya hemos hablado del tema en algún lado. Dilma fue ungida en 2010, En esta actualidad que vivimos, en ningún país sudameriano protagonista del "giro a la izquierda" el presidente está en condiciones de ungir a un candidato "nuevo" para sucederlo. Por diversas razones. Cristina no pudo o no quiso hacerlo, en esta actualidad, sus colegas están en la misma que ella, es muy difícil. Y si sale mal, podría quedar reforzando alguna de las otras opciones que podría ser la 3) por ejemplo.
  • Sobre el ordenamiento que realicé antes hay dos vectores que explican el por qué de mis preferencias. Primero, me parece: el futuro político de Cristina, de este proyecto político se juega, sobre todo, en que ella le entregue la banda a otro dirigente peronista. No a uno opositor. Ese es el cierre correcto de estos doce años, algo nunca logrado por los presidentes argentinos, algo que Perón no pudo, no se le dio. Segundo: la posibilidad de expresar la diversidad del oficialismo. El oficialismo es diverso, no es sólo el PJ, no son sólo gobernadores e intendentes, etc. 
  • La opción que se plantea ahora es la 4) pero con una fórmula "diversa". Expresar la diversidad de otra forma. Se trata, claro, de una fórmula más diversa que las que se planteaban en algún momento, incluso yendo a internas (Scioli-Urtubey / Scioli-Gioja, etc.). Y todavía cuando escribo falta ver un poco el resto de la boleta.
  • Hay que notar el enojo que, al menos ayer el "establishment" expresaba frente a la fórmula Scioli-Zanninni, hablando de refuerzo de la continiudad, que el kirchnerismo quiere mantenerse en el poder, caída de las bolsas, etc. ¿Cristina rompe la idea del "sale o sale" (con todas las opciones el próximo presidente será dócil al establishment) que planteaba Randazzo? 
  • A la vez, recuerdo: El Poder Ejecutivo es unipersonal en la Argentina. La política y la sociedad son indómitas, todos tratamos de meter la cuchara lo más posible y al mismo tiempo, pero el presidente es uno.
  • La negativa de Florencio Randazzo a integrar la boleta en la Provincia desordena, desemprolija, afea, al final, el cierre de listas. Un cierre de listas difícil, probablemente el más relevante de la última década. Esto ha sido perjudicial para el oficialismo. No hay forma de ver la decisión de Randazzo de expresar esta negativa como positiva para un oficialismo que venía trabajando sus definiciones ordenada y políticamente y no a través de los medios -como la oposición hasta ahora, bienvenidos amigos-. 
  • ¿Se ve disminuida en algo la autoridad política de Cristina con esta decisión de Randazzo? Demasiado pronto para saber. Yo espero que no.
  • En mi whatsap hay treintañeros-urbanos-no-politizados-noantiK que se me quejan, de que "bajaron a mi candidato" y "quién es Zannini". Es un grupo focal, no sé, según las encuestas, cuán grande será ese grupo, sobre el que habrá que trabajar -sobre el que ya están trabajando los amiguitos del ahora muy fashinista  y hipster FIT-.
  • Como señalé, que gane el oficialismo y que se exprese diversidad eran mis preferencias, de las que se está dando cuenta -en parte, no del todo-. Pero claro, resulta que yo no soy intendente ni gobernador, no soy responsable de un territorio, de una gente, de que se den ciertos resultados conc-re-tos.  
  • Me viene a la memoria un día calurosísimo en medio de las rebeliones policiales y cortes de luz de 2013 en el que me invitaron a dar una charla en un local kirchnerista de Caballito. En medio del cansancio y el calor un pibe de unos 19 años ponele levanta la mano en el fondo y me dice "acá hay candidatos que no expresan el proyecto nacional y popular". Mi respuesta fue: yo puedo coincidir con vos, lo que tenemos que hacer es salir ahora a esta calle de Caballito y empezar a convencer a todos estos vecinos de que voten a uno que nos guste más a vos y a mí. Es brava la política, eh.

4 comentarios:

Erkekjetter Silenoz dijo...

Los motivos detrás de la estrategia la sabremos en unos años quizás y aceptando que las encuestas son una guía más allá de torturar algunos números y demás, tiro una pregunta que no se si es pertinente más allá que supone algún juego especulativo de baja monta y contrafáctico pero como de estrategia se trata....

De acuerdo a mi "encuesta personal" Crazy Train tenía chances de ganarle a mancuso al menos en el conurba, ahora suponiendo que se hubiese hecho la interna y la hubiera ganado pioli a nivel nacional pero en PBA hubiese ganado por una pendejésima o perdido ponele ¿cuál hubiese sido la reacción de los votantes si el FPV presentaba un candidato que, en su propio terruño, le hubiese ido mal o no hubiera ganado por afano?

Saludos

Nicolás Tereschuk (Escriba) dijo...

Querido:
Muchos temas a tener en cuenta. Yo creo que los que definieron fueron más "macro" que esos.
Abrazo

JoseM dijo...

No me parece que la formula Scioli-Zannini exprese la “diversidad de otra forma”. Estamos hablando de cosas distintas. El punto central es si la política argentina está lo suficientemente avanzada como para que los militantes participen en las grandes decisiones, o si las decisiones vienen de arriba y al militante sólo le queda acatar. Y lamentablemente la respuesta es que estamos en la década del 50. Se podrá decir que mas allá de pruritos pequeño-burgueses, se ha llegado a una fórmula más K que la que hubiera salido de las PASO, como sugiere Nicolás, y que el “proyecto” está más seguro. Pero es una victoria pírrica. A la larga no se puede sostener la extraordinaria militancia que apoya al Kirchnerismo si esos militantes sólo reciben órdenes, y encima órdenes ostensiblemente oportunistas (ooo). Sólo basta ver la democracia de base en agrupaciones como Podemos en España pare concluir que esta forma de hacer política no tiene futuro en la Argentina. Y si no cambiamos y los militantes se van a casa porque total no cuentan, volveremos al menemismo, por más que el camarada Zannini apele al Ejército Popular de Liberación.

Esther dijo...

«Como señalé, que gane el oficialismo y que se exprese diversidad eran mis preferencias, de las que se está dando cuenta -en parte, no del todo-. Pero claro, resulta que yo no soy intendente ni gobernador, no soy responsable de un territorio, de una gente, de que se den ciertos resultados conc-re-tos».

Efectivamente: los intereses son variados. Y concretos.

Comprendo lo de Zannini. No sé por qué Randazzo se tuvo que bajar. No sé cuáles fueron las causas reales (las públicas son demasiado ingenuas o irrelevantes). No sé por qué no se pudo ir a las PASO con dos precandidatos. Por supuesto, el que yo no sepa no significa que no existan esas razones o que la decisión sea equivocada. Sólo significa que no puedo evaluar por mí misma esa decisión.

Entiendo que lo relevante de esta decisión es que se tomó ahora. Ahora, a pocos días del cierre de listas. No hace tres meses. ¿Qué pasó ahora para cambiar tanto la estrategia?

Y no me parece prolijo, Nicolás. En eso desacuerdo con vos. Hasta lo de Randazzo sí el FPV venía siendo muy prolijo. Ya no: se obligó a bajarse a un precandidato que llevaba dos meses en campaña, con todo lo que eso implica, incluído el apoyo político de intendentes o gobernadores o agrupaciones, más la decisión ya tomada por muchos votantes dentro y fuera del FPV por el voto a Randazzo, todos los cuales quedan (quedamos) pataleando en el aire de buenas a primeras y a último momento.

Tampoco creo que Randazzo debiera bajar a la PBA. ¿Para qué? Hay varios precandidatos de peso y trayectoria política, todos con el aval de Cristina. ¿Cuál es el sentido de sumar otro precandidato más en la competencia? Si a nivel nacional se considera que se requiere sí o sí un único precandidato a presidente, entonces es contradictorio suponer que en la PBA, la provincia más importante electoralmente, lo que se requiere es justamente lo contrario: aumentar aún más el número de precandidatos. Randazzo iría, en la PBA, a complicarle más el escenario a los otros precandidatos, siendo que, en términos del proyecto, no representaría una opción realmente distinta. Sin contar con que no sólo tiene que desarmar toda la estructura electoral que había armado ya: tendría que armar otra diferente y en tiempo récord. Piénsese nomás en el financiamiento...

No sé, se toma la negativa de Randazzo como una cuestión de traición, o de infantilismo o de falta de coherencia, pero, vamos, ser candidato (y serlo pretendiendo tener éxito) es tarea dura, difícil, exigente y costosa, y que compromete a muchas otras personas además del candidato en sí mismo.

Y afecta también a otras personas. ¿Alguien sabe cómo tomarían de verdad (de verdad verdadera) los otros precandidatos a gobernadores de la PBA si Randazzo aceptaba? Puestos a adivinar, adivino que él se tomó su tiempo para consultar con ellos.

Abrazo,
Esther