"En los años 90, estaba la cuestión de quién era el siervo más importante, Menem, Fernando Henrique Cardoso, etc. ¿Cómo Brasil quería ser grande si no cuidaba de los que estaban cerca? Trabajamos para recuperar la confianza política. En dos años, sucedieron cosas extraordinarias, primero Chávez , a continuación, Lula, Kirchner. Aquello que las personas jamás se imaginaron que iba a pasar, nosotros lo vivimos: fue el período más progresista, socialista y de izquierda de nuestra América del Sur ".
"En política internacional, nadie respeta a aquellos que no se respetan a sí mismos. Nadie respeta a un lame botas, a un adulador. En una reunión, saludé a cada socio y nos sentamos en una mesa. Y es ahí que llega George W. Bush. Todo el mundo se puso de pie, pero yo le dije a Celso (Amorim, Ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Lula) que no se levantara. Esto parece una tontería, pero la política está hecha de gestos. Sólo quería decir que nadie se levantó cuando llegué y que yo no me levanto ante nadie".
A los jóvenes: "En el momento en que un joven está en casa o en la computadora, cuando estén enojados, diciendo que no te gustaba Lula, Dilma, no nieguen la política. Y mucho menos nieguen los partidos. Pueden hacer otros. Cuando estén enojados y nieguen las cosas, en vez de negar la política, entren a la política. Dentro de cada uno de ustedes está el político perfecto que ustedes desean. Fuera de eso, no hay solución".
"Las personas se incomodan con que el pobre tenga coche o suba a un avión ".
"En 10 años, hicimos que 53 millones comenzasen a andar en avión. Por supuesto que tienen problemas en el aeropuerto. Los pobres comprar un coche y no pueden andar. Por supuesto que protesta. Entonces dice: 'Mierda, protestamos contra esta alcaldía'. Y viva la protesta, porque de protesta en protesta vamos acordando".