"Aquellos (países) a los que les irá relativamente mejor compartirán tres características. La primera, no estar embargados con altos niveles de deuda pública. La segunda, no depender excesivamente de la economía mundial y contar con motores de crecimiento económico internos más que externos. Y finalmente, ser democracias sólidas".
La cita es de la última nota de Dani Rodrik (Harvard).
Convengamos que la presidenta Cristina Kirchner no estudió en Harvard pero, por lo que se ve, entonces, conceptualmente la tiene bastante clara.
Ya estaba descorchando una Ser Citrus para festejar, al leer la primera mitad de la última nota de Rodrik, cuando veo que, hacia el cierre, nuestro amigo Dani se deja influir por las malas compañías, para señalar vaya si polémicamente:
"Los (países) que han caído en manos de líderes autocráticos (por ejemplo, Argentina y Turquía) también estarán cada vez más en desventaja".
Pero mamma mía, ¿qué fue del espíritu olímpico?, me pregunto. "Autocrático" es una palabra fortachona de más. ¿La democracia de Corea del Sur está mejor que la nuestra, como parece sugerir al final Dani? ¿Las instituciones nuestras no funcionan un poco mejor que las de, ponele, la India? ¿Cómo están los relacionistas públicos del Gobierno (?) operando sobre, al menos, los compañeros de Project Syndicate? ¿Aisladísimos?