Macri midió

• Cuando se pierde hay errores propios, pero no todo obedece a esos errores propios.
  
• Macri iba a postularse a Presidente cuando los niveles de popularidad del Gobierno nacional eran bajos. Para jefe de Gobierno porteño (de aquí en más meniconaré este cargo como "intendente") iba a ubicar a Horacio Rodríguez Larreta o Gabriela Michetti.
  
• El acierto de Macri estuvo en cambiar esa estrategia cuando cambió la situación del Gobierno, al subir la popularidad de la presidenta Cristina Kirchner.
  
• Los porteños saben perfectamente lo que votan cada vez que votan. Mandan mensajes, no son zonzos. Pero saben qué se vota. En este caso votan intendente. Quieren (por ahora en esta primera vuelta, mayoritariamente) que Macri sea intendente. Me parece fan-tás-ti-co. Viva la democracia.
  
• Hay ideología entre los votantes porteños. Por caso, el voto a un dirigente de derecha (no un voto "de" derecha, a un dirigente de derecha) no baja del 30 por ciento en capital desde 1996 (Domínguez y Beliz, Cavallo, Macri).
  
• El votante porteño (y de otras muchas partes del país, diría yo) no quiere conflictos ni incertidumbres.
  
• Hay que aprender algo de Mauricio Macri. A Macri no le "conviene" hacer discurso de su ideología. El votante de derecha lo vota sabiendo que "es uno de los nuestros". Pero ese no es el eje, porque espantaría a otros votantes. Macri va a los brazos de los votantes con un discurso no ideologizado. Y los que tienen su ideología no se ofenden por eso. Lo bancan. Saben que es lo más efectivo para ganar. En este caso, para volver a ser intendente.