miércoles, abril 20, 2011

Elogio de Lilita para medir

Me decía un gran amigo: "La única que lo hace bien acá es Lilita. Ella mide, ponele diez. Y bueno, se planta con diez. ¿Cuál es el problema de tener 10 por ciento del voto nacional y representar a ese sector? Los otros no se bancan medir lo que miden y se bajan para acá, para allá, a la ciudad, a la provincia de Mendoza".
Carrió puede decidir defender al Grupo Clarín porque considera que es el último dique de contención contra el kirchnerismo, como lo ha dicho alguna vez. Tengo la impresión de que es la única que lo hace desde la política. Que define y decide políticamente esa estrategia, no porque sea su destino inexorable, sino que es algo contingente, algo que determina luego de ver el panorama político.
Y hay que reconocerle que se planta con sus diez puntos (o menos, no sé) y que hace de opositora. En la oposición hay que hacer de opositor. Ese es tu rol institucional, eso hace a la calidad institucional.
Fede Vázquez suele alertarnos sobre los problemas de no tener oposición, sobre los grandes inconvenientes que eso genera en el sistema político (ejemplo que surge a partir de la experiencia venezolana).
Tiene que haber oposición política. Vemos ahora que la oposición son Clarín + Techint. Y eso no es tan bueno. Tiene de positivo que ahora conocemos al señor Novegil, mucho gusto. Que vemos cómo era la "matrix" del poder en la Argentina. Pero genera un vacío político importante.
Como sabemos, cuando se produce ese vacío, empiezan a jugar más políticamente los grupos económicos y mediáticos, que no tienen por qué tener una posición "constructiva", ni siquiera planteárselo, y pueden apuntar directamente a "destruir".
Además, sin oposición enfrente, afloran las disputas al interior del oficialismo y eso requiere de un manejo específico muy fino, muy dedicado, me parece. Me pregunto cómo se manejará eso en un posible nuevo período presidencial 2011 - 2015, en el que habrá que hacer reformas y donde la tarea número uno es tratar de desvincular los ciclos económicos de los ciclos políticos. Es decir, lograr concitar apoyo político aún con tasas menores de crecimiento.
Veremos. A laburar.

Foto.

14 comentarios:

Sergio De Piero dijo...

Carrió malgasta esa intuición correcta que tiene, con sus anuncios apocalípticos y espantando aliados. Si fuera un poco mas generosa, su piso hoy sería mas alto. El problema de la "oposición" es que a muchos les gusta decir lo que dice el gobierno, están de acuerdo con sus políticas y entonces la esquizofrenia crece. Hasta tal punto llega esa duda, que Macri no se decide a ser un hombre de derecha en serio y titubea permanentemente haciendo que ni los de derecha le crean.

Nicolás Tereschuk (Escriba) dijo...

Es un buen punto ese, pero ojo que entonces el único lugar desde donde puede salir la "oposición" o la "alternativa" es "desde adentro" eh.
Abrazo

Pablo dijo...

mediste.

en realidad lilita cumpliría otro rol institucional si la sociedad le permitiría. pero bueh, es parte culpa de ella, y parte culpa de la sociedad, que aún no pudo llegar a más.

pero es verdad todo lo que dijiste arriba. andá y por favor explicáselos a los radicales, a los PS y al PF; a ver si dejan de perder tiempo y se encolumnan detrás de la única otra alternativa seria para el país.

(está claro que es la alternativa a la otra que podría ser "seria" cristina/sabatella y etc)

Anónimo dijo...

Creo que falta un elemento: el electorado.
Carrió dejó de ser opositora y pasó a ser represetante de las corporaciones, ajena al electorado.

Así creo que se explica que haya caído del 22% nacional (ultima presidencial) al 3,1 (segun Artemio hoy) o a su 5% en la Caba en 2009.

Arriesgo a decir que sería como si Rocca o Magnetto se presentaran en alguna boleta, pero en este caso al revés: al elector no le gusta mezclar "rubros", no vota dirigentes sociales y tampoco empresarios sino fuera a territorios pequeños, localistas.

Cada cosa en su lugar, parece que dijera el electorado. Y Carrió se salió de ese lugar como "política" hacia el de gerente en comisión de las corporaciones.

Saludos.

Sergio De Piero dijo...

Bueno el tema es viejo no es cierto, y es la capacidad de "anchura" del peronismo que construye por fuera de los márgenes. Peor me parece que hoy la derecha tiene la oportunidad de crear un partido, la Concordancia si querés porque electorado no le falta. Pero claro va Mauricio y te hace una gestión espantosa... y bue macho así se complica. O bien una Concordancia mas tirada hacia el centro (un Ortiz ponele) que puede acordar con una derecha pero tiene que estar mas o menos estruturada

rinconete dijo...

Está bien visto lo de no defender sus 10% como un capital relevante.

Nuestro sistema no es como el chileno, en el que los 20% de Ominami no le sirvieron ni para tener un diputado. Hay espacio para construir con 10% (porcentaje que no creo que la Mentalista siga manteniendo) pero el nuestro parece ser un juego para uno solo, el ganador. El resto no importa, como lo vimos con Pino, el Frepaso o cualquiera de los sellos de goma de la derecha, que no logran consolidar sus capitales electorales una vez que se evidencia que no van a llegar a presidentes.

Charlie Boyle dijo...

Creo que el problema lo instala el populismo, la identidad del populismo se logra en base a la diferenciación de una identidad ajena consolidada, una especie de antiidentidad. No se define para ser conservadora lo que prevalece en populismo es la diferencia no la identidad, su potencialidad mas que lo que es, lo óntico a lo ontológico.
Las fuerzas tradicionales cuando adoptan una identidad no la largan, la conservan, lo peor que podrían hacer es perder esa identidad ganada, dejar de ser (eso le pasó por ejemplo al radicalismo). Por eso se odia tanto al populismo porque cambia las reglas de juego mientras transita, permanentemente deja de ser para ser otra cosa. Los otros no pueden dejar de ser otra cosa porque se desnaturalizan, ellos determinaron con su centralidad de su ego que esto debería ser así, pensamiento individualista-egoísta si los hay. De hecho mezclaron lo óntico con lo ontológico para consustanciar el determinismo metafísico de nunca poder dejar de “ser”.
Esta es la tradición europea de la política, la política de manual, pero lo político acepta otras formas de confrontación con las mismas reglas de confrontación establecidas por la política tradicional, esto mueve al populismo de su cliche europeo de nacionalismo o fascismo. Simplemente europa, y su tradición no entiende la política latinoamericana desde la revolución de Haití.
Finalmente lo que quedará abolido de la república será el contrato (inmóvil y eterno) y la forma de ejercer el derecho, pero no la institucionalidad, que será dinámica y estará siempre en constante reformulación. Habrá una especie de fábula de “La gacela y el león” permanente, que es lo mismo pero más divertido.

Charlie Boyle dijo...

Como dice Onfray "queda por formular un individualismo que no sea egoista"

Sergio De Piero dijo...

Me gustó lo tuyo Charlie, muy bueno

santix dijo...

No estoy de acuerdo.
Ellos quisieran tener nucho mas que el diez, les encantaria llegar a la presidencia, tener esa gravitacion. Se ve en el episodio del presupuesto 2011 (AKA Episodio Hotton) Toda la secuencia de Moran-Bullrich-Carrio. Estaban chochos. Convencidos de que era la palada final sobre el fin del kirchnerismo. Claro, como apuestan a esas martingalas de principiante, pero con la espectativa de hacer saltar la banca del Conrad, despues al verse con las manos vacias se quieren matar.
El problema es que quieren llegar DIRECTO al poder nacional, (ellos creen que ese es el maximo poder, pero ese es otro problema).
No se bancan laburar en lo chiquito o mediano 4, 8, 12 años lo que sea necesario.
Por eso son mas consistentes las contrucciones del EDE o el PSocialista.
Una intendencia no es poca cosa, despues buscar una gobernacion y asi consolidarse en el manejo del ejecutivo.
El ARI consiguio la gob de Tierra del Fuego y a los cinco minutos estaban peleados.
Si Carrio llegaba a la presidencia en 2003 que hubiera pasado?

Best Seller dijo...

Sin ninguna duda hace falta una oposición que tenga criterio, inteligencia y que no solo esté para resaltar los errores sino que también (aunque sea de vez en cuando) proponga ideas interesantes. Como vos bien decís eso aporta calidad institucional. Y agrego algo más: también hace que el gobierno no se desbande y mantenga los pies sobre la tierra. Todas las veces que el gobierno metió la gamba coincidió con momentos donde la oposición se encontraba perdida.
Saludos.

Anónimo dijo...

Buenas, permiso

Entiendo el postulado así medio abstracto y general de que "no es bueno no tener oposición".

Oposición(es), de hecho existe(n). Se sobreentiende que se quiere decir que no es bueno no tener una fuerza opositora orgánica, cohesionada, estable, que sirva al menos de "referencia".

Cierto, pero ¿por qué no es posible esta unicidad hoy por hoy? No es por el hecho de una sobreabundancia de candidatos, ni de partidos; es porque muchos de ellos representan votos opositores diversos. Es porque ninguno de ellos es "referencia", porque lo que no existe es UN electorado opositor, más que UNA oposición. Es el simpatizante de Alfonsín quien no banca a Macri o a Duhalde, es el votante de Solanas quién no votaría PJ o UCR, etc. No existe un "votante opositor promedio" que representar; en mi opinión, cualquier rejunte de candidatos opositores sumará menos votos que la suma de las partes. En un esenario así, todos intentan capitalizar su posible 10 % propio; a la vez que intentan no diluirse en el riachuelo opositor general.

Yo creo que no es posible UNA oposición hoy por hoy en Argentina, lo cual, dejando de lado si eso es "bueno o malo", es -en mi opinión- un dato inevitable. Personalmente, creo que esta situación en general es afortunada: no hace mucho asomó la cabeza esa UNA oposición posible, bajo el clima post-125, elecciones junio2009, y se formalizó en el "grupo A".

¿"Esa" oposición? no gracias, paso. Plantear que era necesario, que era algo bueno fortalecerla, estabilizarla, etc., -otra vez- no gracias, paso.

Porque para que eso fuera posible hubiera sido necesario a la vez un nucleo duro de votos, no solo de derecha (que la hubo y la habrá), sino en mi opinión de votos enceguecidos por su anti-kirchnerismo (ese macartismo argentino). Tal voto, junto a su hipotética representació política, no sirven para ese teórico jueguito virtuoso republicano de "tomala vos damela a mí". Esa fuerza hubiera sido (lo fue el virtual tiempo en que existió) un nene caprichoso envidiando el juguete ajeno, ansioso por arrebatarlo y romperlo.

Creo que es un dato concreto: lo único sobre lo que podía mantenerse en pie la unidad opositora era en... ser opositores. Al kirchnerismo, específicamente.

Que esa fuerza no sea posible es por lo menos una fortuna (o a lo mejor es uno de los mayores logros del kirchnerismo, o resultado de una mayor sabiduría del votante argentino). Se podrá tener esperanzas de que en algún momento después de su fracaso antes de nacer, aparezca otra opción, esta vez apta para el sostenimiento de una democracia.

Anónimo dijo...

Me parece que no es tiempo de considerar gobierno-oposición como un par necesario para la calidad institucional dado que lo que se está tratando de definir es un rubmo de pais diametralmente opuesto al que pretende relocalizar la oposicion (desde Macri hasta Solanas cuyas acciones ejecutivas y legislativas los unen fraternalemnte).

Por ahora es una saludable idea a futuro lo de una oposición como la que se refiere el texto, al estilo europeo o estadonunidense: está bien definido qué tipo de países son y qué quieren (incluso en el cómo). Acá estamos en pleno cambio a nivel país y continente, y el lugar de la oposición lo está ocupando los restos de los que fue el Consenso de Washington, dado por muerto desde el propio Dpto. de Estado.

Habrá una oposición constructiva en tanto vayan quedando en el camino los representantes del paradigma inagurado en 1976 (prologado en 1974) y entonces sí se podrá considerar el par necesario gobierno-oposición.

El debate del modelo de pais que se quiere por ahora se puede ir plasmando en las elecciones porque la participacion popular no existe en otros ámbitos de influencia y eso conlleva un riesgo gigante: de pronto se vota a De Narváez y de pronto se quiere a Cristina, donde las diferencias son entre el suicidio o la procreación. O el absurdo porteño de Macri local y Cristina nacional. Es de una esquizofrenia galopante, no es el "equilibro" ni nada que se le parezca.

En ese panorama, opositores como Carrió es preferible que queden reducidos a la mínima expresión para representar a un puñado de empresaurios, embajadores y admiradores, pero una oposición que se oponga al quiebre de paradigma de 2001 y posterior no es oposición, es el enemigo a vencer desde el partido que fuera en tanto ese partido se considere del campo popular.

Nicolás Tereschuk (Escriba) dijo...

Muy bueno el debate. Creo que Carrió cayó adonde cayó por varias razones, pero lo cierto es que parece plantarse ahí. Eso quería destacar. Con respecto a las corporaciones, me parece que queda "por debajo" de ellas (Mesa de Enlace, Clarín) pero medio a regañadientes. Es una impresión
Saludos