miércoles, junio 15, 2016

Por último los hombres, para medir


"Yo no podría pedirle al pueblo el apoyo para otra cosa, pero para eso le pido y deseo el apoyo total y sincero del pueblo. Ese apoyo ha de ser para combatir a los malos argentinos y para combatir también a los malos peronistas y a muchos que se mueven entre nosotros disfrazados de peronistas. Para eso, especialmente, necesitamos el apoyo del pueblo, el apoyo desinteresado, el apoyo sincero, el apoyo que nos pueda llevar a una depuración de la República y a una depuración de nuestras propias fuerzas.
En este orden de cosas la ley debe ser inflexible: al honesto hay que defenderlo hasta morir; al deshonesto hay que meterlo en la cárcel cuanto antes. De la misma manera los comerciantes, los industriales honestos, serán apoyados por el Estado, pero los deshonestos irán como los otros deshonestos, a la cárcel cuanto antes.
(...)
Compañeros: yo deseo terminar estas palabras, un tanto deshilvanadas por las numerosas interrupciones, las bombas y las otras yerbas, haciendo una aclaración que cuadra a los sentimientos más puros y más profundos de mi corazón. Quizás en el fragor de la lucha haya dejado escapar alguna expresión de desaliento. Yo no soy de los hombres que se desalientan, a pesar de la legión de bienintencionados y de malintencionados que golpean permanentemente sobre mi espíritu y mi sistema nervioso. Yo nos soy de los hombres que se desalientan desfilando, como lo hacen entre una legión de aduladores y una legión de alcahuetes. Si eso pudiera desalentarme, si mediante eso pudiera algún día llegar a perder la fe inquebrantable que tengo en mi pueblo, habría dejado de ser JUAN PERON.
Por eso debo anunciarles a todos los compañeros, especialmente trabajadores, que para nuestro movimiento comienza una etapa nueva, una etapa que ha de ser de depuración, una etapa que ha de ser de energía terrible para los que sigan oponiéndose a nuestro trabajo".
(...)

jueves, abril 07, 2016

El jefe del lobby de los fondos buitre, "colaborador frecuente" de la Casa Blanca, para medir







Robert Raben, el jefe de los lobbistas contratado por la ONG American Task Force Argentina (ATFA) con dinero que proviene del fondo buitre Elliott Management, de Paul Singer, ya ganó.

Habíamos escrito alguna vez aquí sobre Raben y su cercanía con la Casa Blanca. En mayo pasado, el excanciller Héctor Timerman envió una carta a su par estadounidense, John Kerry, para expresarle la "preocupación" del Gobierno por esa cercanía.

Algo tarde accedo a esta nota del sitio web Politico en la que se cuenta que el jueves 18 de febrero pasado, Raben participó en oficinas del Ejecutivo estadounidense de un encuentro convocado por dos asesores de Barack Obama: Valerie Jarrett y Neil Eggleston. Politico describe textualmente a Raben como un "frecuente colaborador de la Casa Blanca". En la reunión también estuvo presente Tina Tchen, jefa del staff de la primera dama, Michelle Obama. ¿El objetivo del cónclave? Nada menos que definir la estrategia para la designación de un juez de la Corte Suprema, tras la muerte, pocos días antes del magistrado Antonin Scalia. La reunión ocurrió, por dar un dato nomás, la semana anterior a que el secretario de Finanzas, Luis Caputo, estampara su firma sobre el acuerdo con los fondos buitre a los que la firma de Raben, según estos registros, les facturó desde 2007 a 2015 2.990.000 millones de dólares.

Todo va bastante bien por ahora. El 16 de marzo pasado, Obama nominó para integrar la Corte Suprema al juez Merrick Garland. De ese día es este tuit de Raben, que incluye una foto en el jardín de la Casa Blanca tomada en el momento del anuncio (tenemos que suponer que la sacó él mismo con su celular).



Se trata de un círculo que cierra de una manera más que interesante, circular, borgeana. El lobbista demócrata que ha trabajado para el magnate republicano y dueño de un fondo buitre, como Paul Singer. "Colaborador frecuente" de la Casa Blanca. De trato directo con los colaboradores más cercanos de Obama y de su esposa. Que a su vez participa de la estrategia para nominar integrantes de la Corte Suprema. Esos jueces que, a su vez, en el momento indicado, toman decisiones que, por ejemplo, pueden beneficiar a magnates republicanos y dueños de un fondo buitre. Fondos que obtienen por esas decisiones más de 1.100 por ciento de ganancia. El mismo, el otro.

Una semana después de la ceremonia en los jardines de la Casa Blanca arribaban Obama y su esposa a la Argentina. 

La foto que ilustra este post, fue tomada dos días después. 


miércoles, marzo 30, 2016

Total normalidad para medir



Es todo más normal de lo que parece.

  • "Los senadores de Buenos Aires no van a trabar la sanción del paquete impositivo. Nuestros legisladores van a colaborar para darle a Fernando de la Rúa los instrumentos que necesita"  (Carlos Ruckauf, 1999).  
  • "Diputados transformó ayer en ley la 'tablita de Machinea', con los votos positivos de la Alianza y la colaboración de la oposición, que permitió el quórum para tratarlo en una sesión especial". 
  • "Ahora vamos a apoyar para que no digan que ponemos palos en la rueda, se quejó el senador Carlos Verna" (1999)
  • "Para imponerse en la votación en general el oficialismo sumó a 19 de sus 20 senadores, a cinco aliados de partidos provinciales y al peronista Omar Vaquir, con lo que consiguió 25 votos, cinco más que los que lo hicieron por la negativa. El radicalismo ganó la votación gracias a que el peronismo retiró del recinto a parte de sus senadores y dejó la cantidad necesaria para que se mantenga el quórum requerido para votar (37 senadores)" (tratamiento de la Ley de Déficit Cero, año 2001).

domingo, marzo 20, 2016

Leamos la cabeza de Obama para medir



En la última edición de la revista The Atlantic, el periodista Jeffrey Goldberg traza un perfil del legado de Barack Obama en términos de relaciones internacionales. Es una nota muy larga, donde hay declaraciones del presidente de Estados Unidos y de funcionarios clave de la Casa Blanca, el Departamento de Estado, el Pentágono, la CIA.
Retrata a un presidente que va en contra del "manual de Washington" en muchos temas. Sucesor de un presidente que se había metido hasta las orejas en unas guerras impopulares, Obama es un jefe de Estado que más bien trata de sacar a Estados Unidos de ahí. Al primer presidente de Estados Unidos nacido en el Pacífico le desvela, más que el terrorismo, Asia. Afirma que el futuro está en Asia, que Estados Unidos tiene que hacer fuertemente pie ahí. Pero no de la forma que lo afirma Hillary Clinton ("no quiero que mis nietos vivan en un mundo dominado por los chinos") sino más de "soft power".
Para que tengamos una idea del mapa mental de cómo se ven las relaciones internacionales desde la Casa Blanca, la nota nombra 59 veces a Siria, ninguna a la Argentina y seis a América Latina.
¿Cómo se ve nuestro continente desde la cabeza de Obama? Van los fragmentos:


  • "Africa y América Latina, en su visión, merecen mucha más atención de los Estados Unidos que la que reciben".
  • "En Asia, al igual queen América Latina y Africa, dice Obama, él ve a gente joven añorando por una mejora personal, modernidad, educación y riqueza material. 'No están pensando en cómo matar norteamericanos', dice. 'Lo que están pensano es ¿Cómo obtengo una mejor educación? ¿Cómo creo algo valioso?".
  • "Si no les hablamos", dijo, refiriéndose a los jóvenes asiáticos, africanos y latinoamericanos, "porque lo único que estamos haciendo es viendo cómo destruir o acordonar o controlar a las partes maliciosas, nihilistas y violentas de la humanidad, entonces se nos está yendo el tren".
  • "Obama cita luego le creciente influencia de Estados Unidos en América Latina -creciente, dice, en parte por la remoción de un bloqueo tambaleante cuando reestableció lazos con Cuba- como prueba deque su deliberada, no amenazante, enfoque de relaciones internacionales centrado en la diplomacia está funcionando. El movimiento del ALBA, un grupo de gobiernos de América Latina orientados en torno al anti-norteamericanismo, se ha debilitado significativamente durante su mandato como presidente. 'Cuando asumí el cargo, en la primera Cumbre de la Américas a la que concurrí, Hugo Chávez' -el dictadora anti-nortamericano de Venezuela (dice el periodista- "todavía era la figura dominante en la conversación', dijo'. 'Hicimos una decisión muy estratégica al principio, que fue, antes que volarlo por el aire como si fuera un adversario gigante, poner el problema en su justa medida y decir 'no nos gusta lo que está pasando en Venezuela, pero no es una amenaza para Estados Unidos'. Obama dijo que para lograr ese rebalanceo, Estados Unidos tuvo que aguantar diatribas e insultos de castristas caducos. 'Cuando vi a Chávez, me dio la mano y me dio una crítica marxista de la relación entre Estados Unidos y América Latina', Obama recuerda. 'Y tuve que sentarme ahí y escuchar a Ortega -Daniel Ortega, el presidente izquierdista radical de Nicaragua- 'hacer un discurso de una hora contra Estados Undios. Pero estar ahí y no tomar todo eso seriamente -porque realmente no era una amenaza para nosotros.- nos ayudo a neutralizar el anti-norteamericanismo regional'".
  • "La falta de voluntad de responder a adversarios de Estados Unidos puede ser emocionalmente no satisfactoria, dije, y le dije que cada tanto me gustaría verlo apuntar con el dedo a Vladimir Putin. Es atávico, le dije. 'lo es', respondió el presidente framente. 'Es lo que ellos están buscando'".

Obama viene a Cuba y a la Argentina a afirmar que su enfoque ha funcionado. Que quienes solían gobernar esos países se han debilitado por su enfoque de política. Sin acudir al juego demasiado brusco que suelen querer jugar las agencias militares, diplomáticas y de inteligencia de Washington. Seguramente evitando evaluar qué peso han tenido los commodities, el petróleo, la máquina de imprimir dólares de los Estados Unidos, los fierros mediáticos, la Inteligencia, las ONGs y los años, claro. 
Pronto vendrán otros presidentes de Estados Unidos que -parece- querrán afirmar otras cosas acerca de sí mismos y de sus legados (¿muy diferentes?) Veremos.

miércoles, marzo 16, 2016

Ahora sí que vienen las inversiones para medir...

Tomé contacto recién hoy con el paper "Reflexiones para el fin de ciclo: Convertibilidad, Neo-desarrollismo yel camino posible para la Argentina", de Alberto Müller (Diciembre 2015).

Unos fragmentos referidos a la inversion:


"Más allá de que el ritmo de crecimiento fue algo superior en el ciclo neo-desarrollista (5,3% anual, frente a 3,9%), los comportamientos del PIB agrícola e industrial fueron opuestos. Entre 1993 y 1998, la industria creció a un magro 2,8%, anual15, frente a un sector agrícola que se expandió al 4,2%. El período neo-desarrollista muestra una expansión industrial similar a la del PIB global, mientras que el sector agrícola se contrae. En este sentido, el patrón neo-desarrollista mostró mayor vocación industrial, a la vez que en el sector agrícola parece haber prevalecido el avance de los granos (principalmente, soja), en desmedro de otras actividades rurales. La inversión muestra claramente una incidencia mayor sobre el PIB en el período 2005-2012, con relación al anterior ciclo expansivo: 22,3% del PIB, frente a 19,1%. Sin embargo, casi toda la diferencia es imputable al sector público. De acuerdo a datos de la Cuenta Ahorro-Inversión-Financiamiento del Estado Nacional, la inversión realizada por el Estado Nacional, tanto en forma directa como a través de las transferencias de capital a las Provincias representaron algo más de 1% del PIB entre 1993 y 1998; ya en el otro período bajo análisis, esta participación crece a 4,2%. Como resultado, la incidencia de la inversión realizada por el sector privado casi no cambió: 17,9% en 1993-98 contra 18,2% del PIB en el período siguiente". 
(...)
"En lo referido a inversión, se verifica una mayor incidencia sobre el PIB en la etapa neo-desarrollista; pero ella es atribuible casi exclusivamente a un mayor nivel de inversión pública. La inversión del sector privado se sitúa en promedio en un modesto 18% del PIB en ambos períodos; la composición en términos de construcción y bienes durables de producción no muestra diferencias apreciables. En otros términos, la respuesta inversora privada no parece haber sido sensible ni a la estabilidad macroeconómica y contención salarial de la Convertibilidad, ni tampoco a las políticas expansivas del ciclo siguiente. Esto justifica apreciaciones en la literatura reciente que apuntan a una “reticencia inversora” por parte del sector privado; la diversidad de ambos marcos macroeconómicos es una suerte de 'prueba ácida' en este sentido".
(...)
"Por último, la reticencia inversora lleva a preguntarse si existen actores en condiciones de encarar un proceso de desarrollo eficaz. No es éste el lugar para una respuesta definitiva; pero es obvio que no parece haberlos. La clase empresaria argentina parece haber resignado, luego de la experiencia de la Convertibilidad, cualquier proyecto de crecimiento basado en la inversión privada en gran escala". 

No invierten con apertura, tipo de cambio fijo y alto, inflación baja, malos precios de los commodities. No invierten con tipo de cambio competitivo, protección, consumo interno, inflación más alta, buenos precios de los commodities. 

No invierten nunca...

¿Cómo quieren medir los que no tienen "plan B"?

Una escena del detrás de la escena de gobiernos sin "plan B". Se relata en el libro "Educando a Fernando", de Ernesto Semán:

El 21 de septiembre de 1999, un mes antes de las elecciones y poco menos de tres antes de asumir el Gobierno "(José Luis) Machinea recibía a tres ejecutivos de la Bear, Stearns & Co. Inc., recién llegados de Estados Unidos. Bear, Stearns & Co era una de las bancas de inversión internacional en busca de oportunidades por el mundo, y querían saber de boca del futuro ministro de Economía qué iba a hacer el gobierno de la Alianza con los 18 mil millones de dólares de deuda que acumulaban en conjunto los estados provinciales -el equivalente al pago de salarios de todas las administraciones provinciales en un año-, ya que la compañía contaba con una línea especial para países en esa situación".

martes, marzo 01, 2016

¿Y cuánto vale ser la banda nueva para medir?





lunes, febrero 15, 2016

El óleo de Samuel, para medir

(...)
Por lo tanto, la posibilidad de la revolución depende ante todo de la acción paralela o de colaboración entre la intelectualidad de clase media y el campesinado.
La rareza de las revoluciones se debe en gran parte a las dificultades que encuentra esa acción paralela. La separación entre la ciudad y el campo es la encrucijada de la política de las sociedades en modernización. Las dificultades que encuentran los gobiernos para franquear dicha distancia son casi iguales a las de los revolucionarios para llenar esa brecha. Los obstáculos para la formación de la alianza revolucionaria nacen de las diferencias de antecedentes, perspectivas y propósitos que hay entre los dos grupos. La distancia social entre la intelectualidad urbana de clase media o superior, educada, occidentalizda, cosmopolita, por una parte, y el campesinado provinciano, rural, atrasado, analfabeto, culturalmente tradicional, por la otra, es casi tan grande como se la pueda imaginar entre cualquier otro par de grupos sociales. Hay entre ellos tremendos problemas de comunicación y comprensión. Hablan distintos lenguajes, y a menudo en un sentido muy literal. Los motivos de desconfianza e incomprensión son inmensos. Es preciso superar todas las naturales sospechas que el campesino práctico, de mentalidad concreta, siente hacia el habitante urbano, y las de éste hacia el provinciano de miras estrechas.
También las metas de campesinos e intelectuales son distintos, y a menudo se encuentran en pugna. Las exigencias de los primeros tienden a ser concretas, pero asimismo redistributivas, y esto último es lo que los convierte en revolucionarios. En cambio las reivindicaciones de los intelectuales son abstractas y amplias; ambas cualidades que los convierten en revolucionarios. Las preocupaciones sustantivas de los dos grupos ofrecen a menudo importantes diferencias. Es corriente que a la intelectualidad urbana le interesen los derechos y metas políticas más que las económicos. En cambio, el campesinado está interesado principalmente, por lo menos al comienzo, por las condiciones materiales de la posesión de la tierra, los impuestos y los precios. Aunque la "reforma agraria" es un lema revolucionario evidente y familiar, en rigor los revolucionarios urbanos han vacilado un tanto en inscribirlo en sus banderas. Como son productos del ambiente urbano e internacional, tienden a formular sus objetivos en términos políticos e ideológicos amplios (...).
Las diferencias de movilidad e ilustración de los dos grupos imponen a los intelectuales la importante responsabilidad de tomar la iniciativa en la creación de la alianza revolucionaria. Pero los esfuerzos conscientes de aquéllos por despertar a los campesinos han logrado en general muy poco éxito (...)
Los esfuerzos de los intelectuales por despertar a los campesinos fracasan casi invariablemente a menos de que la situación económica y social de éstos sea tal, que les proporcione motivos concretos para la rebelión. Los primeros pueden aliarse a un campesinado revolucionario, pero no les es posible crearlo. (...)
Las diferencias de procedencia, perspectiva y objetivos que existen entre la intelectualidad y el campesinado hacen improbable, sin no imposible, la revolución cuando falta alguna otra causa común, producida por otro catalítico. Y sin embargo las revoluciones ocurren. 

Un fragmento "cualquiera" de "El orden político en las sociedades en cambio", de Samuel P. Huntigton.