domingo, abril 20, 2014

Otra forma de ver al peronismo para medir

Tengo ahí en la tableta leídas las primeras páginas del libro de Thomas Piketty del que habla todo el mundo, Capital in the Twenty-First Century.

Sabemos por la nota de Paul Krugman en la New York Review of Books de qué va el libro. Entre otros elementos, Piketty determina que estamos ante una a nueva Belle Époque, definida por un increíble aumento de la riqueza del "uno por ciento" más rico de la población. Así, antes de la Primera Guerra Mundial, el uno por ciento más rico en Gran Bretaña y Estados Unidos se quedaba con un quinto de los ingresos. Hacia 1950 ese tope de la pirámide se llevaba la mitad que a principios de siglo, la distribución se había hecho más equitativa. Desde 1980, la cosa se dio vuelta y en ambos países la distribución del ingreso está donde había comenzado hace un siglo. Hay más, pero me quedo con eso. 
Una de las fuentes que usa en su investigación Piketty son los registros impositivos. 
Leo que el argentino Facundo Alvaredo es uno de los colaboradores de Piketty. Ellos son dos de los creadores de la World Top Incomes Database
Alvaredo es autor del muy interesante capítulo The Rich in Argentina over the Twentieth Century 1932-2004 en el libro Top Incomes: A Global Perspective. ¿Qué cuenta ese capítulo? Básicamente este gráfico que muestro acá:

Alvaredo tiene registros del impuesto a los ingresos desde 1932. Sobre el período anterior, estima que a principios de siglo, los ricos argentinos eran muy ricos ("extrema riqueza"). Los datos impositivos indican que para 1932 el 1 por ciento más rico se llevaba el 18,7 por ciento del ingreso. Para 1943 (ay, ay, ay mi coronel qué irracional que eras...) el 1 por ciento se llevaba el 25,9 por ciento. Alvaredo indica que es "probable que antes de 1930 la proporción de los ingresos más altos haya sido superior que la de 1932".
Luego vino el peronismo. Ese período coincide con una "clara declinación en la proporción" del ingreso que se llevaba el uno por ciento más rico de la población, que hacia 1953 llega al 15,3 por ciento. Además de tomar parte de la renta agraria con el IAPI, el impuesto a los ingresos subió. En 1943 pasó del 12 al 25 por ciento. Del 52 al 53 esa tasa pasó al 32 por ciento. Para el 55 era del 40 por ciento.
Como dijmos, el percentil más alto pasó de quedarse con el 25,9 por ciento del ingreso nacional en 1943 al 15,3 en 1953. "Los más afectados parecen haber sido los más ricos entre los ricos: el 0,1 por ciento más alto de la pirámide pasó de quedarse con el 11,6 por ciento al 5,1 por ciento y el 0,01 por ciento al tope de la pirámide declinó del 4,1 por ciento del ingerso al 1,4 por ciento del ingreso en el mismo período".
Aún así, como vemos en el gráfico, terminado el período peronista en 1955, los ricos seguían quedándose con una proporción mayor del ingreso que en otros países "similares" (Australia, Canadá, etc.) y los desarrollados.
¿Luego qué pasó? La información estadística disponible, le dice a Alvaredo que hay una estabilidad relativa de la desigualdad durante la década del 60 y la primera mitad de la década del 70. Entre 1975 y 1980, la desigualdad de ingresos experimentó un "fuerte aumento", en una dinámica que continuó hasta un máximo con la hiperinflación de 1989
Hubo una mejora en la cuestión de la desigualdad después de 1990, pero para 1995 el coeficiente de Gini era 12 por ciento más alto que en 1985. La desigualdad aumentó en el período posterior que investiga Alvaredo, hasta 2004.
Hacia el final del capítulo señala que "de manera interesante, la proporción que se llevaba del uno por ciento más rico en 1954 es muy similar al nivel que encontramos en 2004, aunque refleja dos momentos muy diferentes de la historia".
Agrego yo: sabemos por un trabajo de Fernando Groisman que "entre 2003 y 2010 la clase baja redujo su volumen en torno del 10% pasando del 42,2% al 38,5%. La mayor variación correspondió en cambio a la que mostraron las capas medias de la sociedad, que incrementaron sus miembros en un 30% y pasaron de representar el 25,8% de la población en 2003 al 33,4% en 2010. Consecuentemente, la clase alta redujo su tamaño en alrededor del 15% y pasó del 32% al 28,1% entre los extremos del mencionado septenio".

Bajar la desigualdad implica subirle el piso a los pobres tanto como ponerle techo a los ricos. ¿Habrá candidatos que hablen de esto el año que viene?

5 comentarios:

chacall dijo...

Lo porcentajes muchas veces esconden cosas. No son más que relación entre dos cosas.

Y lo que veo en los párrafos que seleccionaste son todos porcentajes.

Por ejemplo, un decil 6 vive mejor hoy o en 2003?.

La mediana de ingresos hoy que está en 4000$ mas o menos, vive mejor ahora o en 2003?.

Porque si no tenemos claro cuales son las magnitudes absolutas, los porcentajes y las relaciones proporcioanales (cuanto gana el decil 10 en comparación del 1) pueden ser un criterio poco virtuoso para establecer políticas.

¿Que problema hay que aumente la desigualdad si disminuye la pobreza? ¿Hay una regla universal que demuestre que esto no puede suceder?

O sea, mi planteo, más precisamente es si es más importante achatar la distribución del ingreso, de la riqueza, o disminuir la pobreza, o aumentar el poder adquisitivo de todos los deciles.

saludos!

Nicolás Tereschuk (Escriba) dijo...

El libro dice que así el capitalismo no camina. Lo termino de leer y te cuento.
Un abrazo

Ezequiel dijo...

El problema chacall, surge cuando viene una crisis. Es lo q pasa en Estados Unidos en este momento. El 1% se salva, es rescatado, le bajan los impuestos, todo bajo el supuesto de incentivar la inversión, mientras el desempleo y la pobreza trepan y se produce una gigantesca transferencia de ingresos de abajo hacia arriba, acentuando aún mas la desigualdad. La riqueza da poder, y es éste el que genera las mayores desigualdades

the_heat_is_on dijo...

Después de años de escuchar a los críticos del mainstream económico despotricar contra la ortodoxia por considerar que no le interesa los temas de equidad* causa gracia verlos darle la bienvenida a un libro bien mainstream solo porque coincide con las preferencias políticas de los críticos.

@chacall,
"¿Que problema hay que aumente la desigualdad si disminuye la pobreza? ¿Hay una regla universal que demuestre que esto no puede suceder?
O sea, mi planteo, más precisamente es si es más importante achatar la distribución del ingreso, de la riqueza, o disminuir la pobreza, o aumentar el poder adquisitivo de todos los deciles."
Excelente punto. El ejemplo más obvio es China que ha sacado de la pobreza a centenares de millones de personas desde la implantación de reformas pro-mercado pero donde ha explotado la desigualdad de ingresos y riqueza.

Otras reseñas del libro [1, 2, 3] como la de Bob Solow [4] tocan este punto.

"ay, ay, ay mi coronel qué irracional que eras"
Si el objetivo principal de Perón era achatar la pirámide de ingresos hubiera aplicado la solución europea: dejar al mercado asignar recursos y luego promover la equidad con política fiscal progresiva, red de seguridad social, etc. En cambio la política económica fue desastrosa: populismo macroeconómico, controles por doquier, nacionalizaciones, sesgo autárquico, etc [5]
Todo esto sin contar el origen fascistoide del peronismo, la encarcelación de opositores, la censura, la propaganda, el llamado a la violencia, etc.



*La cantinela de que la equidad es un tema secundaria o sin importancia para el mainstream es un signo que muestra la ignorancia del que sostiene esta afirmación.
El análisis económico tiene un gran parecido con el utilitarismo por lo tanto no debería sorprender que la gran mayoría de economistas se identifiquen con esta postura. Esto, sumado a la utilidad decreciente del ingreso, hace que exista un consenso amplio en favor de la redistribución. El debate se da en torno a la magnitud y los instrumentos para redistribuir [6]



1- http://noahpinionblog.blogspot.com.ar/2014/04/r-vs-g.html
2- http://updatedpriors.blogspot.com.ar/2014/03/capital-in-partial-equilibrium.html
3- http://online.wsj.com/news/articles/SB10001424052702303825604579515452952131592?mod=trending_now_3
4- http://www.newrepublic.com/article/117429/capital-twenty-first-century-thomas-piketty-reviewed
5- http://www.j-bradford-delong.net/econ_articles/ucla/ucla_marshall2.html
6- http://blog.supplysideliberal.com/post/23959666073/what-is-a-supply-side-liberal

Contradicto de San Telmo dijo...

Escriba, cuando tiene un rato para hacernos un ADN? Casi siempre estamos pensando en lo mismo.

Lo que sigue son refutaciones a Chacall, inscripto en la moda del momento: aprovecharse de nuestra débil memoria para buscar instalar la Nueva Idea Opositora: estamos peor que en 2003.

Lamentable. Patético.

El decil 6 (cuya media no son 4 mil sopes sino 7800, Chacall) ingresaba en el 4to trim de 2003 la enormidad de 310 dólares mes.

El número arriba demuestra que hoy (4 trim 2013)ingresa 980 dólares (tomando peso ya devaluado). Basta de boludeces.

El decil de sus famosos 4000 pesos no es el 6, es el 3. En media ingresa, un poco más, 4400 pesitos. Esos 550 dólares (son de dic 2013, previos a paritarias nada menos) deben compararse con 150 dólares de 2003.

En el 97, mejor año de la convertibilidad (hubo tal cosa?), el decil 6 no figura, pero figura el quintil 3, con una media de 756 pesos/dólares. Súbala un poco para estimar la media de la mitad superior. Le regalo 100 dólares y llegó a 850, peor que los 981 actuales.

En el 97 el 3er decil (480 dólares) era la mitad inferior del 2do quintil, digamos 320 dólares.

Busque el párrafo correspondiente arriba: 550 dólares hoy.

No sea cínico, Escriba no está hablando de porcentajes. Está hablando de la estructuración y la cohesión de una sociedad. De lo que nos acerca a Suecia y nos aleja de Haití. Suecia no es una estrella en términos de producto bruto, pero es un país elogiable por su estructuración social.

Esa cohesión y el índice de Gini no son “un criterio poco virtuoso para establecer políticas”. Son EL MEJOR criterio. No hay ninguna posibilidad política real de que disminuya la pobreza y aumente la desigualdad. Eso puede ser posible en un pizarrón del aula magna de la Escuela de Chicago. Pero no hay NINGUNA constatación a lo largo de 2000 años de historia occidental de que un sobre-aumento de riqueza (ese que habilita ricos significativamente más ricos que lo menos pobre que son sus ex pobres) pueda tener lugar.

El modelo deseable no es aumentar el poder adquisitivo de todos con plena libertad, por el sencillo motivo de que simplemente NO OCURRE: librada a las fuerzas del mercado, la economía de un país lo único que hace es aplicar el Principio de San Mateo, empobrecer a los pobres y enriquecer a los ricos.

No hay tal configuración como la que usted propone, Chacall. Queme esos libros.

El modelo deseable es homogenizar, cohesionar, amalgamar el centro, hacerlo más robusto.

Ese sólo principio rector (o sea lo que proponía Keynes: jamás regalarle un solo dólar a los capitalistas; meter esos dólares en botellas y enterrarlas en la playa, para luego ir a contárselo) lleva grabado el ADN del crecimiento que usted tanto desea: si tenemos burgueses emprendedores, ellos sólos empujarán el tractor que hace crecer la torta, pero será un efecto secundario de un objetivo primario distinto: fomentar la densidad nacional.

Por supuesto que no voy a polemizar con el comentarista “The heat is on”: ni siquiera atina a acertar en qué escuela económica se inscribe Piketty y, en semejante neblina, termina afirmando boludeces como “populismo macroeconómico” (???), “controles por doquier” (¿??????).

Pero termino diciendo que si viene un candidato que viene a ofrecerme puro crecimiento sin redistribución progresiva y luego un segundo candidato me ofrece redistribución progresiva pura sin garantía de crecimiento, voto CON LAS DOS MANOS al segundo. El puede saberlo o no, pero su propuesta lleva implícito crecimiento.

Necesita pruebas? Argentina 2003-2014.

Por supuesto que ni Massa ni Macri saben de qué estamos hablando. Son la representación del decil 10, que en lugar de lloriquear y escribir pliegos de condiciones a través del Foro de Convergencia Empresarial, tendrían que estar pensando y trabajando para quedarse con la guita de los chicos del Plan Progresar, nuestras botellas en la playa.

Escriba, aplaudo el post y la oportunidad.

Abrazo