El de la foto es Ernesto Ottone. Durante el gobierno de Ricardo Lagos, en Chile, fue el jefe de lo que se llamó el "segundo piso de La Moneda". Un equipo de gente que se ocupaba de fijarse sólo en el mediano plazo del gobierno es decir que todas las políticas de corto plazo convergieran en ciertos objetivos. Tiene un libro que se llama "Osadía de la Prudencia" y que -más o menos- dice que para ser progresista hay que ir despacito. Ahí va el concepto:"La prudencia no es una virtud conservadora sino democrática. En materia de progreso humano no queda más alternativa que trabajar con el concepto de gradualidad y de imperfección. Metas sociales ambiciosas, osadas, no se consiguen de golpe sino dando un paso a la vez, sobre todo cuando el progreso es buscado en democracia como forma de gobierno".
Para discutir un poco ¿no?
En la Argentina no tenemos nada parecido a un "segudo piso de La Moneda" -ni un primero, ni un subsuelo-. Pero ahí estamos y se agita bastanet el avispero. ¿Habría que tenerlo? ¿Cómo sería? ¿El progresismo debe ir despacito o remover algunas reglas de juego?
Siguiendo con Chile, y como ya no puedo acceder a la fuente original, linkeo, inmodestamente, a mi muy abandonado blog en el cual había una entrevista que me pareció interesante a otro miembro del gobierno de Lagos: http://ftclippings.blogspot.com/2005/09/chile-tan-distinto.html
ResponderBorrarSaludos.
Gracias.
ResponderBorrarSaludos
FT:
ResponderBorrarNo me gustó nada la nota. Aquí hubo un genocidio. No lo inventé yo, lo dijo la Cámara Federal de La Plata en el fallo contra Miguel Etchecolatz quien, en este país, no está tomando cervezas en Austria, sino preso de por vida.
Saludos