"O Alfonsín se dejó seducir por su simpatía personal, o creyó que así conformaría aún más a los sectores de poder: lo cierto es que hizo caso a Roberto Alemann después de resistir unos días, y liberó el dólar (...). Un dato empezó a conmover: familias enteras iban a los supermercados y consumían alimentos al lado de las góndolas. Ni ellos producían viloencia ni el robo era reprimido por los dueños: era una tregua virtual, no escrita ni hablada".
Joaquín Morales Solá, Asalto a la Ilusión, p. 67.
Joaquín Morales Solá, Asalto a la Ilusión, p. 67.
El tiempo todo lo cura.
ResponderBorrarPuede ser ¿no? Es tremenda la política. Lo hecho, siempre hecho está. Bien o mal.
ResponderBorrarSaludos