Yo nunca la vi medir así

Voy a tratar de hacer un análisis.

• Desde el sábado a la mañana, cuando, como dice mi amigo Mendieta, todo estaba "punto caramelo" para un acuerdo y el Gobierno decidió mandar a la Gendarmería a un lugar donde transmitían en vivo y vía satélite todos los canales de TV, el juego político se volvió por completo distinto en el país.
  
• Se trata de un juego nunca visto en los últimos 25 años (otra vez). Un gobierno democrático que no es de derecha decide decirle adiós a la opinión pública. Esa opinión que se expresa a través de los medios de comunicación y en el medio sentido de las medias clases medias de distintos puntos del país. Este esquema es diferente a cualquier cosa que hayamos presenciado. Sobre todo porque viene de una gestión que, en la última medida que le hemos visto tomar (el uso de parte de las retenciones para financiar infraestructura social) puso sobre la mesa la cuestión de la distribución del ingreso.
  
• La única forma de capitalizar esto de alguna manera sería que el Gobierno se traiga bajo la manga una serie de medidas de corte socio-político que, la verdad, por ahora no lo veo tomando -sepan disculpar-.
  
• El Gobierno parece querer polarizar. Cuando polariza la derecha, no me preocupa. Espero a que se equivoquen para hacer un escabeche con ellos. Ahora, me preocupa cuando quiere polarizar -dejando de lado a algunos sectores que podrían considerarse propios- un gobierno que no es de derecha, sobre todo porque puede perder.
• La diferencia entre la situación actual y la del lunes pasado es sustancial. La que va de un Salón Blanco en el que estaban en primera fila los dirigentes de las dos centrales sindicales y dirigentes varios, a un acto como el convocado para mañana en el que solo veo el sello del PJ.
• Ningún dirigente del PJ más o menos tradicional -hasta donde sé, el sustento del Gobierno- quiere jugar sin la opinión pública. No sabe hacerlo. No desea hacerlo.
• Me decía un amigo: la única forma de entender esto es si los Kirchner piensan esto como el último conflicto de Santa Cruz. Allí se gobierna sin la opinión pública, puede haber protestas y se cometen algunos desaguisados, pero llegadas las elecciones se vota kirchnerismo. Creo que el juego político nacional es necesariamente más complejo.
  
• Una última: guarda con la hiperpolitización de la derecha. Ayer vi por la tele cómo en a Quinta de Olivos decenas de "vecinos" en el marco de la "protesta pacífica por el diálogo" casi linchan a un tipo que debe haber estado a favor del Gobierno. Lo tuvieron que sacar entre diez policías. "La gente" reventó la luneta trasera de un patrullero, al que golpearon. Guarda.