La playa es así. Capital nacional del buzo, el churro y la mala praxis en pronóstico meteorológico. Dadora de alegrías para chicos y grandes. Reproduzco algunas escenas.
- "¿Pero cómo? ¿Se acabó el Chandon? Federico de Alvear... a vos te parece. Ma sí, dale, traelo". Oido en la carpa 64 del balneario más al norte de Mar de Ajó. El pedido ya era el tercero de la jornada. ¿El autor del comentario? Un señor que a mí me pareció ponele... ferretero. Con su segunda esposa y unos niñitos desquiciados. A unos metros de distancia, el jet set argentino puro: la esposa del Cholo Simeone, sus tres hijos de nombre de pila atanado y dos niñeras que los siguen como la custodia bolivariana a Hugo. Mientras tanto, allá, la playa-pop colmada. Se venden choclos a 3,50. Cuentapropistas vestidos de Barney promocionan pirulines. Y pasa por décima vez el avión que propala lugar y horario para "El Champán las pone locas".
- San Bernardo, nochecita. Estacionamiento. "Con la llave puesta". A mi derecha, una Hummer negra. "¡Papá, papá! ¡Mirá! ¡Sacame una foto!", exclama un niño de ocho años cerca mío. Un alegrón. Sano y en familia.
- Mismo balneario. Suenan Los Charros a todo lo que da. Predio de juegos infantiles con sucursal en Burzaco. Lindo el emprendimiento. Trabajo-intensivo. Un adolescente en la puerta de cada juego agarra la fichita, abre la puertita y llegado el caso trepa a salvar al pibe que se hubiera trabado en el tobogán a 43 metros de altura. A 2.50 promedio por divertimento, nada mal.
- En un lugar no especificado entre Gesell y Cariló, paraíso de la doble tracción (cuántas, pero cuántas, por dios). Un pelado se mete con el Ipod al agua. Las manitos levantadas, para llegar hasta la rompiente, viste.
- "Tacá-tacá, tacá-tacá, tacá-tacá..." (ad nauseam). Esto es un comentario más bien lateral, pero tengo que advertirlo: puede ser que el ritmo de reggetón le reviente las neuronas a un par de generaciones. Guarda.
- Un domingo. Pido el Clarín. Leo sobre el "sorpresivo" acuerdo entre Kirchner y Lavagna. Temo que la señora que me acaba de clavar una carpa a 30 centímetros a pesar de que tiene centenares de metros cuadrados alternativos para disponer su emplazamiento no sepa quien es el bueno de Roberto. Todo sigue igual, bah.
- (Al margen, no sé que publicaron los blogs amigos, pero a mí se me hace que el PJ es una bosta. Pero no se lo vayan a decir a nadie, por favor).
De vuelta!!!
ResponderBorrarY uno que pensaba que lo habían conchabado en algún café literario...
Bienvenido de vuelta Escriba, la ciudad lo acoge con su entrañable y cálida humedad. Sorprendió con el comentario sobre la no-medición del PJ, pero celebro el comentario..
ResponderBorrar¿Mucha razzia en la costa o sólo es con los adolescentes subversivos?
Abrazo
Seis años consecutivos de veraneo entre Mar del Ajó, San Bernardo y La Lucila (pecados de juventud) me permite confirmar todo lo que cuenta. Delicias del mar argentino y sus adyacencias.
ResponderBorrarWelcome back, Escriba.
Un abrazo
Sirinivasa: Digamos que "conchabado" es mi segundo nombre.
ResponderBorrarDiego: la vi tranquila a la poli. Me dijeron eso sí que los robos en Mar de las Pampas los hicieron los propios uniformados para hacer saltar un comisario. La Bonaerense en todo su esplendor.
Andrés: la non-fiction es así.
Abrazo
No se meta con mis pagos, que sabemos donde vive. (Está seguro que era un Hummer? mire que un amigo acostumbra a falsificar carrocerías. De hecho fue capaz de replicar una Ferrari sobre un chasis y motor de Gordini, eh...)
ResponderBorrarQue bueno que volvió el Escriba...de esta manera, echan por tierra que sea el Lobo Marino de CTI...
ResponderBorrarel vasco agarraestagarcha
eso le pasa por elegir el mar bonaerense, de aguas terrosas, a nuestros lagos sureños, Escriba.
ResponderBorrarSe jode por no haber venido hasta acá: sigue haciendo sol y calor, ahorita mismo tipo 27 u 28 grados.
Igual bienvenido el 801.
Salu2
Muy lindas sus Aguafuertes Estivales.
ResponderBorrarSaludos Escriba, desde Colombia lo sigo.
ResponderBorrarYo tengo atronados los oìdos de Reggaeton, cumbia y esas cosas y todavía no llegué a la costa.
Cuando llegue le cuento
Le mando saludos desde estas tierras y felicitaciones por sus apostillas playeras
Saludos
Bienvenido Escriba, coincido con el vasco, estaba seguro que era el lobo marino de CTI...
ResponderBorrarRuso