sábado, julio 27, 2013

"Hola, soy Sergio Massa y quiero medirrrrrr"


Suena el teléfono en casa. Es un mensaje grabado de Sergio Massa. 
Me cuenta que está trabajando en conjunto con los intendentes de la Región Metropolitana Norte. A sus colegas de San Isidro y San Fernando los nombra por sus apellidos. Pero al de Vicente López, el señor Macri, sólo por su nombre de pila. Ay, ay, ay...

viernes, julio 19, 2013

Lula, el hombre que mide: "en política internacional nadie respeta a un lame botas"


"En los años 90, estaba la cuestión de quién era el siervo más importante, Menem, Fernando Henrique Cardoso, etc. ¿Cómo Brasil quería ser grande si no cuidaba de los que estaban cerca? Trabajamos para recuperar la confianza política. En dos años, sucedieron cosas extraordinarias, primero Chávez , a continuación, Lula, Kirchner. Aquello que las personas jamás se imaginaron que iba a pasar, nosotros lo vivimos:  fue el período más progresista, socialista y de izquierda de nuestra América del Sur ".

"En política internacional, nadie respeta a aquellos que no se respetan a sí mismos. Nadie respeta a un lame botas, a un adulador. En una reunión, saludé a cada socio y nos sentamos en una mesa. Y es ahí que llega George W. Bush. Todo el mundo se puso de pie, pero yo le dije a Celso (Amorim, Ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Lula) que no se levantara. Esto parece una tontería, pero la política está hecha de gestos. Sólo quería decir que nadie se levantó cuando llegué y que yo no me levanto ante nadie".

A los jóvenes: "En el momento en que un joven está en casa o en la computadora, cuando estén enojados, diciendo que no te gustaba Lula, Dilma, no nieguen la política. Y mucho menos nieguen los partidos. Pueden hacer otros. Cuando estén enojados y nieguen las cosas, en vez de negar la política, entren a la política. Dentro de cada uno de ustedes está el político perfecto que ustedes desean. Fuera de eso, no hay solución".

"Las personas se incomodan con que el pobre tenga coche o suba a un avión ".

"En 10 años, hicimos que 53 millones comenzasen a andar en avión. Por supuesto que tienen problemas en el aeropuerto. Los pobres comprar un coche y no pueden andar. Por supuesto que protesta. Entonces dice: 'Mierda, protestamos contra esta alcaldía'. Y viva la protesta, porque de protesta en protesta vamos acordando".

Qué está pasando en Chile para medir

En el ciclo que hoy vemos descomponerse la derecha ha tenido un poder enorme. Bajo la administración constante de la Concertación, el poder ha sido depositado en la derecha política y económica. La agonía de este ciclo supone la agonía de la derecha. La depresión de Longueira simboliza las fuerzas exánimes de un proyecto que empieza a retirarse de la historia.  El país anormalmente libremercadista, anormalmente conservador en sus leyes, anormalmente temeroso de los cambios institucionales; empieza a cuestionar la anormalidad. El cambio en el sentido común que los movimientos sociales han producido ha sido un corrosivo para la arquitectura armada durante la dictadura y que todavía nos rodea.

La fortaleza histórica de la derecha durante la transición política es un hito anormal en la historia de Chile. No es que la derecha no haya tenido poder antes, pues de hecho casi nunca ha dejado de tenerlo. Pero nunca antes había logrado operar con tanto éxito en la dimensión electoral, nunca había logrado aparecer formalmente tan democrática ni había conseguido hacer viable su extremo conservadurismo y su cultura de la desigualdad de un modo tan sutil y liviano. Las reformas que constituyeron al nuevo empresariado durante la dictadura, la reivindicación ideológica y la configuración material de la desigualdad, las regresiones en la salud pública reproductiva hasta convertir a Chile en bastión de la aguda normatividad sexual de Juan Pablo II, la solidificación del valor del orden como prioridad; fueron algunos de los rasgos que cambiaron el hábitat del país. Y en este hábitat artificialmente creado, la derecha podía ser relevante. Un escenario social y cultural específico, más dispositivos de control político durante la transición, sumado a una coalición rival como la Concertación que sacrificó su programa y su alma por ser gobierno e integrarse a los beneficios del modelo; permitieron a la derecha su época más floreciente, donde el poder de sus ideas (e incluso de sus ‘no ideas’) parecía incontrarrestable.

Los movimientos sociales desde 2011 acabaron con la estructura transicional porque le quitaron su premisa: la política debía ser de baja intensidad para ser soportada por las instituciones postdictatoriales. Como la política se tornó de alta intensidad y el escenario que habitamos hoy es de politización, el orden institucional (que va desde las prácticas regulares hasta la formalidad de las instituciones) se ha tornado impertinente. En este escenario las dos energías fundamentales de la sociedad han sido la transformación y la conservación.

(...)

El poder se mueve hacia su último bastión. Todo cuerpo se resiste a morir, toda época también. La última frontera es la Concertación, mejor dicho, es simplemente Bachelet. Sobre sus hombros pesa toda la administración de este fin de ciclo. Su triunfo obvio y seguro hoy pesa toneladas. No habrá a quien culpar, no se podrá ser gobierno y oposición a la vez, se le hará entrega de todo el poder para que invente un punto donde la democracia mejore sin molestar a los fácticos, donde la transformación aumente sin molestar a los conservadores, es decir, donde se armonicen los contrarios.

Pero esta época no es de armonía. Hoy no se armonizan los contrarios. Más bien se contradicen los armónicos. Si Longueira es el símbolo de la gran depresión de todo el orden transicional, Bachelet es el punto de anudación del final de ese ciclo. A veces una fuerza política logra en la historia ser la última frontera de la era que se muere y la primera semilla de la era que nace. No sabemos si Michelle Bachelet lo logrará. Si la derecha habita en la depresión y la Concertación en el silencio, es discutible que el orden que han administrado tenga algún futuro.

Fuente.

martes, julio 16, 2013

¿Y? ¿Llegamos midiendo o no?

Publica el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA), de la CTA, un adelanto de su informe de coyuntura de Julio
Y dice:


  • La marcada desaceleración económica de 2012 estuvo influenciada por factores exógenos (caída en la demanda externa producto de la crisis mundial) y endógenos (sequía del agro y el derrape de la construcción), que afectaron, en lo esencial, a los sectores productores de bienes transables. Pero en 2013, la economía argentina empieza a mostrar algunos signos de recuperación. 
  • Durante el primer trimestre del año el producto bruto creció al 3,0% interanual, impulsado por el gasto público (6,4%) y el consumo privado (6,1%), mientras que la inversión creció poco (1,3%), principalmente en equipo durable, y las exportaciones cayeron en precios constantes (-8,5%).
  • En el segundo trimestre de 2013 el repunte de diversos indicadores dan cuenta de una reactivación aún mayor: la economía creció el 7,0% en abril, la industria el 5,2% en mayo, la construcción ascendió el 11,4% en abril y el 7,4% en mayo, y las exportaciones treparon el 13,2% en abril-mayo con respecto a igual período del año anterior. 
  • Es decir, parece revertirse la tendencia negativa que experimentaron los sectores productores de bienes durante 2012. Máxime si se considera que, durante los primeros cinco meses del año, la expansión fabril estuvo traccionada por la industria automotriz (19,1%), que se había contraído por la crisis brasilera, y los productos de minerales no metálicos (4,9%), afectados por la caída en la construcción. Y, a su vez, por el crecimiento de las exportaciones de productos primarios (18,9%).
  • A pesar de esta reactivación, persisten los problemas en la Balanza Comercial. El superávit se redujo, debido al incremento de las importaciones de energía, el complejo automotriz y la demanda de partes de equipos electrónicos ensamblados en Tierra del Fuego, lo cual es expresión de las dificultades estructurales  para apuntalar el proceso de sustitución de importaciones.
  • Por último, respecto al proceso inflacionario cabe apuntar que, tras la fuerte aceleración del aumento de precios al consumidor durante los primeros meses del año (24,6% en enero, 25,9% en febrero, 24,0% en marzo), en el mes de abril parece advertirse cierta contención y/o estabilización en un nivel, aunque elevado, ligeramente inferior a los del primer trimestre (22,3%).

Sobre la inflación del año 2012, el informe señala:


  • Al respecto, cabe apuntar que la tasa anual de 
    inflación fue del 23,7% en 2012, con un mayor 
    ritmo de aumentos interanuales en el segundo 
    semestre del año. No se trató, como afirman 
    varios sectores de la ortodoxia, de un típico 
    proceso de “estanflación”, dado que la puja entre 
    capital y trabajo fue posible por tratarse de un 
    proceso de desaceleración económica pero con  
    crecimiento del mercado interno

martes, julio 09, 2013

Midiendo con Abel

Abel
Digo un par de obviedades. Me parece que se hacen (hacemos) elucubraciones muy complejas. Habrá algunas más precisas, más acertadas, otras menos. 
Lo único que veo claro es: si hay un electorado que considera que estará más seguro o incluso que puede "obtener más" con "menos conflicto", así se moverá. Hacia el candidato que le proponga esa "idea". Acá también entra la cuestión de la eficacia. Si hay un electorado que considera que el gobierno no está siendo eficaz con una serie de problemas...
(Sobre este punto, tengo mis ideas, todos las tenemos ¿o no?).
En cuanto al "electorado peronista" y a las redes de las que siempre nos habla Manolo (opino lo mismo que vos, no se puede entender la política sin lo que siempre nos recuerda Manolo, pero no es el único factor en juego), creo que ocurre algo similar. Si consideran en el territorio que sea, que no están siendo conducidas hacia su mayor "seguridad", lo mismo pasará. Votan a otro. Es democracia esto. Para mí ese escenario aún permanece disputado y abierto. Sumado a esto, los rasgos de pragmatismo de Cristina en el armado de las listas no pueden ser leídos como que "tuvo que ceder". No seamos la gata flora ¿no?
Lo otro que tengo más o menos claro: luego de diez (doce) años en el poder, lo esperable, lo previsible, es que el kirchnerismo sufra un nivel mayor de desgaste y "se vaya" -cualquier cosa que ello signifique-. Siempre que mantenga la gobernabilidad hacia 2015, podrá influir en algo o en mucho en cómo se da ese proceso.
Pero sabemos que no siempre ocurre lo previsible en la Argentina. Ahí estamos. 
Abrazo.

jueves, julio 04, 2013

martes, julio 02, 2013

Pensaba tratar de medir

Hoy:

  • Primero, pensaba en estos conceptos de Rubén Weinsteiner: "El 'para qué', hay que votar determinada oferta política, debe expresar una  promesa emocional afirmativa y concreta.  Resulta imposible construir un “reason why” desde  la negación y el odio a la otredad política". 
  • Segundo, pensaba que el Gobierno desde el cierre de listas hizo varias cosas muy bien en lo que ya es la campaña. La presentación de las listas y este acto, también. Porque -acá genialidades no van a encontrar- esta campaña parece tratse, en primer término y para empezar a hablar, de peronismo y territorio. Y de la mayor unidad posible entre los que tengan ganas de estar unidos. Y lo más organizados posible. Parece una condición necesaria.
  • Y pensaba entonces que eso, claro, encuentra un muy necesario complemento en temas como este, el de la telefonía celular.
  • Pensaba que el menemismo cumplía diez años en el poder y sí se terminaba su ciclo político ni soñaba con hacer estos actos de los que estamos hablando.
  • Pensaba en el otro eje claro que hay entre lo que es auténtico y lo que no. Massa quiere hacer una fortaleza de su silencio y, por lo tanto, de su falta de autenticidad (¿dice lo mismo en la cocina de su casa que cuando se prende la cámara? Porque, también pensaba lo grave no es hablar con la embajadora, con la que cualquiera habla, sino el hecho de decir ahí algo muy distinto que afuera). ¿El kirchnerismo es quizás "demasiado" auténtico? ¿Habla "en exceso" en público del mismo modo en que lo haría en la cocina de su casa? ¿Y si a la vez logra hacer de ese "exceso de sinceridad" una fortaleza? Cristina parece haber comenzado en su discurso de lanzamiento de campaña.
  • Pensaba ¿Massa es un intendente? ¿O Massa es Massa? Apenas -nada menos, claro- un tipo que desde hace mucho quiere ser presidente, le han dicho que puede ser presidente,  y que sabe que los presidentes peronistas han provienen de algún territorio. Que necesita ser intendente para ser presidente. Que sabe que, como bonaerense, para ser presidente sólo puede ser intendente. Porque sabe que para ser presidente hay una sola cosa no debe ser: gobernador bonaerense.
  • Porque, pensaba, al mismo tiempo: ¿De Mendiguren hace cuánto que no es un empresario industrial? "Hace" de industrial. Pero ¿qué es?
  • Pensaba en "Éste va a llegar. Primero, porque es un hijo de puta. Pero además porque tiene guita y amigos con guita."
  • Pensaba en 
"El año pasado hubo un encuentro muy importante para los aficionados al tenis como fue el de Del Potro y Federer. Ocurrió en el Tigre, en un nuevo estadio construido por Massa que tuvo la desdicha de que el primer día se le cayó una de las tribunas. Por suerte no pasó nada. Eran tres partidos. Yo fui a uno de ellos. El estadio no queda exactamente cerca de la estación Tigre ni tampoco cerca de los estacionamientos, pero cuando vos llegabas a la estación o a los estacionamientos una multitud de empleados del municipio, con planes del municipio, con chalequitos que indicaban que pertenecían a la comuna, te recibían diciendo: 'A mí no me dé plata. No me dé plata. Estacione aquí. No me dé plata'. O sea que la consigna era que se repitiera entre quienes estacionaban allí que no había que dar ningún dinero por dejar el auto o por preguntar adónde estaban los ómnibus que llevaban, de manera gratuita, al estadio. Era muy obvio. Se repetía como un coro: 'No me dé plata pero si quiere donar plata tome este sobre (un sobre con sellos del municipio), ponga adentro su donación, cierre el sobre y deposítelo en la urna que está en el estadio'. Cuando terminó esta muy eficaz puesta en escena, me dije: 'Aquí hay unas 25 mil personas que van al partido y que luego relatarán que, en el Tigre, se llega a un estacionamiento donde nadie te acepta ni un peso a cambio de cuidarte el auto perfectamente y, además, un ir y venir gratuito al estadio en los ómnibus de la Intendencia'”.
  • Pensaba nomás. Y, bueno. "Relato" somos todos. Que gane el mejor.